Se inaugura el 6 de noviembre en el Museo del Chopo
Lunes 3 de noviembre de 2014, p. a11
Una muestra de cómo distintos artistas contemporáneos resignifican el fenómeno de la escritura y subvierten las normas convencionales del lenguaje, interviniendo letras y palabras, y genera así una singular obra plástica, se presenta en la exposición Transcripciones, que será inaugurada en el Museo Universitario del Chopo el próximo jueves 6 de noviembre.
La exposición reúne el trabajo de artistas mexicanos que plantean interrogantes concernientes al lenguaje a través de su manifestación en la escritura. Las piezas, explica Esteban King, curador de la muestra, abordan el lenguaje, la escritura y la literatura desde el ámbito de las artes plásticas. Transcripciones ofrece un panorama heterográfico de la multiplicidad de soluciones que los artistas han aventurado en el campo de las inscripciones, los trazos y las grafías, explica.
El punto de partida de la exhibición es la obra inédita del escritor Salvador Elizondo, quien laboró numerosos textos teóricos en torno a la visibilidad y legibilidad de la escritura y la posibilidad de crear, a través de ésta, diversos juegos visuales. En esta exposición se encuentran algunos de sus trabajos plásticos nunca antes vistos, así como ejercicios de caligrafía que desarrolló como parte de sus investigaciones para escribir la novela Farabeuf.
Entre otros creadores que también participan, están el reconocido artista plástico Vicente Rojo, del que se presentan dos pinturas de su serie de escrituras; Carlos Amorales presenta Vagabundo en Francia y Bélgica, pieza basada en un cuento homónimo del escritor Roberto Bolaño; Ricardo Cuevas interviene un libro con escritura Braille; Jorge Méndez Blake trabaja con el final de 60 novelas, en particular con las dos últimas líneas; Israel Martínez retoma algunos pasajes de la novela Pedro Páramo, de Juan Rulfo; Miguel Monroy crea un texto basado en un poema de Allen Ginsberg; de Ulises Carrión se presenta una pieza de poesía visual y otra que aborda el libro como una estructura más que como un texto.
Por su parte, Manuela García presenta un video que se refiere al lenguaje como máquina que se reproduce; Adriana Martínez explora, en otro video, la diferencia entre el lenguaje verbal y el escrito; Daniela Bojórquez Vértiz exhibe una serie de anti(retratos) en los cuales la imagen se construye a través de la escritura; en tanto, Noé Martínez reflexiona sobre la lengua náhuatl por medio de un archivo gráfico.
De acuerdo con el curador, la materia de los artistas aquí convocados es la escritura, a la que intervienen dando como resultado, por ejemplo, una escritura ilegible con una fuerte visualidad.
La inauguración de Transcripciones será el 6 de noviembre a las 19 horas y permanecerá hasta febrero de 2015.
En esa misma fecha y hora, el artista visual Santiago Merino presenta una intervención en la estructura diseñada por el arquitecto Enrique Norten, que se encuentra dentro del Museo Universitario del Chopo.
Evocaciones de los años 50
Con el título Colaboraciones forzadas, la intervención consiste en un monocromo enorme de vinil reflejante colocado a un costado del llamado edificio Norten, de modo que los visitantes puedan ver reflejada la arquitectura original del inmueble de factura alemana.
La intervención de Merino remite al trabajo que artistas de la década de los años 50 del siglo pasado, con el que trataron de redefinir el monocromo mediante el uso de materiales reflejantes.
El trabajo de Santiago Merino, explica Daniel Garza Usabiaga, coordinador de Artes Plásticas del Museo del Chopo, se distingue por una exploración del campo de lo pictórico por medio de soluciones bidimencionales, tridimensionales o como ejercicios de inetervención para un sitio específico. En gran número de ocasiones, el artista ha recurrido a materiales plásticos (como el papel poliburbuja o el playo) para llevar a cabo ese tipo de investigaciones relacionadas con la arquitectura o la pintura.