El fotógrafo neoyorquino interviene un nicho en Pirámide de muertos, en el Festival La Calaca
trata sobre la pérdidade normalistas de Ayotzinapa
Artistas y vecinos de San Miguel de Allende crean una instalación profunda que se atreve a hablar de temas que tanto nos preocupan hoy
, dice Tomás Burkey, responsable del proyecto
una instalación artística de gran escala(siete metros de altura y más de 10 en la base), consta de 60 nichos y se exhibe en el festival que se desarrolla en San Miguel de Allende. En la imagen, Spencer Tunick, junto a la obra colectivaFoto Yazmín Ortega Cortés
Sábado 1º de noviembre de 2014, p. 3
San Miguel de Allende, Gto., 31 de octubre.
Spencer Tunick observa la gran Pirámide de los muertos, estructura con 60 nichos, uno de los cuales fue intervenido por el artista neoyorquino.
Asimismo, señala otros que tratan sobre la pérdida de los estudiantes (normalistas desaparecidos de Ayotzinapa) recientemente
. Menciona en particular la obra, con tierra
, de Óscar Martínez.
Es realmente conmovedora y de buena factura. Es la vista de una fosa de lodo en cuyo fondo yace un cuaderno semienterrado, del que se desprende una hoja en la que se lee la frase Pienso, luego me desaparecen
.
También se desprenden siete dibujos, quemados por el fuego, de rostros de jóvenes. En la parte inferior del cuaderno se lee la inscripción: ¡No pasa nada!
y la fecha 1968-2014.
Collage con trabajos de Tunick
Otro nicho lleva el nombre Ayotzinapa, escrito en una banderola. Es una obra más esperanzadora, realizada en lana por Jorge Catalán y su esposa Wendy Coulson, dueños de la tienda Natura en San Miguel de Allende. Un árbol, con hojas de diferentes colores, emerge de una calavera con raíces. El conjunto descansa sobre grandes flores anaranjadas, moradas y azules.
De la artista sanmiguelense Denisse Baca es el nicho de calaveras hechas con dinero, a la manera de un tzompantli.
Las tres piezas son buen ejemplo de la variedad de participantes, de artistas conocidos y vecinos de la comunidad, que se han unido para crear una instalación artística de gran escala profunda y que a la vez se atreve a hablar de temas que tanto nos preocupan hoy
, expresa el responsable del proyecto, el arquitecto y pintor Tomás Burkey.
Pirámide de muertos, de siete metros de alto y más de 10 de ancho en la base, fue bendecida
la noche del jueves en el acto inaugural de la tercera edición del Festival La Calaca, en el parque Juárez, que también contó con un par de mojigangas.
Tunick, quien esa misma mañana había realizado la instalación Senderos de los redimidos en las calles de la ciudad, con cien mujeres desnudas, agregó que Burkey –quien formó parte de su equipo para una toma el año pasado en Birmingham, Alabama–, “me enseñó los diseños para el proyecto en su computadora el verano pasado, pero jamás imaginé que sería tan grande.
Realmente reúne a la comunidad, porque Tomás no sólo invitó a participar a artistas, sino también a familias que han perdido un ser querido, para intervenir los nichos
. Al referirse a su pieza, un collage de fotografías suyas, hecho por su esposa Krissy, quien es diseñadora gráfica, Tunick explica que es una celebración de arte, participación y desnudez
.
El artista se dice encantado con el Festival La Calaca –que termina el 2 de noviembre– para cuya primera edición en 2012 creó la instalación Espíritus. No les ha cobrado por sus trabajos.
El encuentro va a crecer, pero es asombroso lo que pueden lograr las personas a la manera de un grupo joven de bohemios que viven en esta ciudad. Me recuerda el East Village, en los años 80 del siglo pasado, donde los artistas se reunían y se entremezclaban con dueños de hoteles y restaurantes, y obtenían favores. Tienen muchos recursos.
Pirámide de muertos se dio a conocer en un acto sin palabrería oficial, pero con muchas buenas vibras. La ceremonia, con flores de cempasúchil, incienso, tambores y baile con fuego, a cargo de la mujer medicina
Dayana Paz, tiene la finalidad de agradecer la existencia de los ancestros, tanto durante su estancia en este mundo, como en el de los espíritus
.
Se trata también de pedir la ayuda para que los seres humanos podamos seguir en contacto nuevamente con los ciclos y ritmos de la Tierra, y recuperemos las tradiciones que son patrimonio de la humanidad para levantar el pueblo con lo que nos han dejado nuestros antepasados
.
La entrevistada, oriunda de Uruapan, Michoacán, y de orígenes purépechas, hizo hincapié en levantar los altares, no sólo en este momento, sino en la casa. Levantar el lugar sagrado en la propia casa
.