Si una niña juega con carritos o superhéroes, o si un niño arrulla una muñeca o disfruta con juegos de té, transgrede el orden establecido, se enfrenta a prejuicios, se opone a los arquetipos, lo cual no siempre es de terciopelo y puede haber acoso, rechazo, burla, expresó en entrevista Andrés Carreño, integrante de Cabaret Misterio, compañía que desde el sábado 4 de octubre presentará la obra Ñeñe zombis, en el teatro Sergio Magaña.

Se trata de un espectáculo de teatro para cuestionarse sobre el mundo, agregó Carreño, quien vuelve con su humor blanco pensado para niños y adultos, “para que los papás no se duerman y también se diviertan. En lo que hago hay humor con información, una de las cualidades del cabaret de teatro para niños.

Desde pequeños deberíamos jugar a cambiar de papel y abrir la posibilidad de que todos podamos escoger la actividad que queramos teniendo los mismos derechos. Abrir el mundo que se nos tiene prohibido, habitar el otro espacio. Si los niños son el futuro, pues hay que darles herramientas desde el presente.

Carreño es asesor del programa Teatro para Niños Hecho por Niños, y desde hace años ofrece el taller Cabaret, equidad y diversidad en el discurso teatral. Ha logrado que se mencione el cabaret para niños en las instancias culturales del gobierno.

Para Carreño, la apertura que da jugar al otro elimina inhibiciones y tabúes. Si de niño nunca juegas a tomarle la temperatura a alguien y de niña nunca eres un pirata que investiga, de grande no te estará permitido. Generalmente el teatro se preocupa por dar respuestas a los niños y niñas, y nosotros buscamos darles herramientas para que se hagan preguntas.

Nadie incentiva el cuestionamiento

Recordó que al final de una obra una niña le dijo a su mamá: Ya ves cómo sí puedo preguntar. La mamá levantó la mirada y dijo: ¡Ay, a qué lugar te traje! Nadie incentiva el cuestionamiento, hacer preguntas; nuestro sistema educativo es: apréndete la pregunta, apréndete la respuesta y pasarás de año. Si a los niños les permitieran inventar preguntas y cuestionar constantemente llegarían a hacer preguntas increíbles.

La apuesta escénica de Andrés Carreño en Ñeñe zombis es que la gente haga una catarsis mental y no se deprima, que diga: eso me pasa a mí, y lo vea con sentido del humor. El público va a ver un espectáculo teatral para divertirse, sustraerse de su mundo y dialogar consigo mismo.

La cita es este sábado 4 de octubre a las 12:45 horas en el teatro Sergio Magaña (Sor Juana Inés de la Cruz 114, colonia Santa María la Ribera), con funciones también los domingos a las 13 horas.