Deportes
Ver día anteriorDomingo 28 de septiembre de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Enfrentó a los prejuicios de un deporte que había sido de hombres

La cuenta pendiente de las boxeadoras, recibir salarios justos: Mariana Juárez
 
Periódico La Jornada
Domingo 28 de septiembre de 2014, p. a15

Mariana Juárez voltea hacia el pasado del boxeo femenil y no puede evitar sentir nostalgia. Ella fue una de las peleadoras que derribaron el tabú en México, que impedía que las mujeres pelearan profesionalmente y que mantenía un reglamento obsoleto que lo prohibía.

Me tocó sufrir los prejuicios y la resistencia de aficionados, entrenadores y promotores que sentían que sus territorios eran invadidos, recuerda la Barby el día que culmina la primera convención de pugilismo femenil organizada por el Consejo Mundial de Boxeo.

Que el CMB haya convocado a esta convención es como la cristalización de un sueño. Es también como un premio para todas las mujeres que abrimos un camino difícil, que nos atrevimos sin saber a lo que nos enfrentaríamos, señaló.

Juárez inauguró el boxeo profesional en la ciudad de México en un combate en el que enfrentó a Ana María Torres, el 3 de julio de 1999. Los prejuicios de un deporte que había sido exclusivo de los hombres les dio una bienvenida hostil, con burlas contra las primeras mujeres que peleaban profesionalmente en este país.

Lo más difícil en este recorrido fue luchar contra el machismo. De todos: los entrenadores, los promotores, los compañeros, el público, recuerda.

Hoy las boxeadoras son reconocidas, protagonizan carteleras y obtienen buena respuesta del público, apunta Mariana, pero prevalece una cuenta pendiente que necesita mayor empeño de las peleadoras como gremio –señala–, y tiene que ver con los sueldos que perciben, todavía alejados de lo que gana un boxeador varón.

Mientras no exista una equidad en cuanto a lo que ganamos las boxeadoras, que no sea tan distinto a lo que ganan los hombres, no descansaré, enfatiza.

A pesar de que ya convencimos a todos de que somos buenas deportistas, de que podemos dar un gran espectáculo, los salarios que nos pagan no se comparan a los de los hombres. Nos esforzamos igual, pero no cobramos lo mismo, lamenta.

La Barby celebra que con la convención realizada en Playa del Carmen se haya podido discutir sobre los avances que ha tenido este deporte, pero también los pendientes.

No es un problema sólo del boxeo. Cuando una mujer entra en un mundo donde sólo participan hombres se enfrenta a estas desigualdades, no se puede cambiar en poco tiempo esa situación, es un proceso muy largo y complicado, refiere.

Asegura que en esta convención quedó claro que los empresarios del deporte deben arriesgarse más con funciones en las que ellas sean protagonistas, pues ha quedado comprobado que la gente las sigue con atención. Hace falta mejorar reglas, pero lo principal es conseguir que una boxeadora gane bolsas adecuadas a su trayectoria.

Sabe que el final de su carrera ya no está lejos. Está satisfecha por 15 años de combate arriba y abajo del cuadrilátero, por las nuevas chicas que eligen este deporte violento, pero ahora con mejores condiciones para ellas.

Dice que sólo le falta ganar una pelea: conseguir un salario que le permita irse tranquila de este deporte al que le dedicó la vida.