Con la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC) no mejoró el servicio ni bajaron las tarifas; por el contrario, subieron desde 100 y hasta 1000 por ciento; además, se desmanteló la red de distribución, se cambiaron arbitrariamente los medidores electromagnéticos por digitales y se agudizó la persecución legal de los usuarios que no pueden pagar el servicio, lo que ha generado un conflicto social de dimensiones nacionales,

En conferencia de prensa conjunta, dirigentes de Asamblea Nacional de Usuarios de Energía Eléctrica (ANUEE), el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y la Red Nacional de Resistencia Civil (RNRC) denunciaron lo anterior y convocaron a una mega- marcha este 27 de septiembre, en la que se movilizarán contra la reforma energética y los megaproyectos del sector.

Llevarán sus demandas hasta Los Pinos, entre las que se encuentran la abrogación de las reformas constitucionales en materia energética y las leyes secundarias, así como la renacionalización de las industrias eléctrica, petrolera, de gas y minera.

En el Centro Nacional de Comunicación Social, María Guadalupe Solís, de la ANUEE, y Héctor Valadez, de la RNRC, entre otros representantes de usuarios, así como dirigentes del SME hicieron ver que de nueva cuenta el gobierno federal está llevando a cabo una campaña mediática con las promesas de que las reformas van a lograr que las tarifas eléctricas, el gas y la gasolina bajen, además de que habrá empleos bien remunerados, lo que es una vil mentira.

Llamaron a las organizaciones sindicales, sociales y populares y a la ciudadanía a organizarse en una campaña nacional de desobediencia civil, así como al No pago de luz y para movilizarse contra la reforma energética.