El religioso, miembro del Opus Dei, califica la medida de infundada y arbitraria
Viernes 26 de septiembre de 2014, p. 26
Roma, 25 de septiembre.
El papa Francisco destituyó este jueves al obispo de la diócesis paraguaya de Ciudad del Este, el conservador Rogelio Livieres Plano, involucrado en encubrimiento de casos de pederastia y malos manejos financieros. Livieres, quien criticó la medida por considerarla infundada y arbitraria
, afirmó que el Papa tendrá que dar cuentas a Dios
por esta decisión.
La remoción fue tomada después de un cuidadoso examen de las conclusiones de las visitas apostólicas efectuadas por la Congregación para los Obispos y la Congregación para el Clero
, subraya una breve nota oficial emitida por el Vaticano, que evita mencionar los escándalos y las acusaciones contra el controvertido obispo Livieres, de 69 años y miembro del Opus Dei.
El Papa argentino explica que se trató de una ardua decisión
, tomada por razones pastorales
, y pide al clero y a los católicos de Ciudad del Este
que acojan la decisión con espíritu de obediencia, docilidad y sin desavenencias
.
La diócesis de Ciudad del Este, al explicar la decisión del Vaticano, dijo que Livieres fue instado a renunciar a su cargo, pero se negó y denunció que los resultados escritos de una investigación del caso nunca le fueron mostrados.
La apertura de un seminario con una orientación más conservadora por parte de Livieres, y sobre todo, la defensa de uno de sus mayores colaboradores, el sacerdote ultraconservador argentino Carlos Urrutigoity, ordenado por el movimiento lefebvrista y denunciado en Estados Unidos por pederastia, irritaron a un sector de la Iglesia católica paraguaya.
La crisis dentro de la Iglesia católica paraguaya se agudizó cuando el obispo Livieres tildó de homosexual
al arzobispo de Asunción, Pastor Cuquejo, quien pedía una apertura de investigación contra su colega por las denuncias de pedofilia contra Urrutigoity.
Livieres, quien se encuentra en Roma, se reunió con el prefecto de la Congregación para el Clero, el cardenal Marc Ouellet, y aspiraba a ser recibido por Jorge Mario Bergoglio.
La decisión papal ocurre dos días después de que ordenó la detención domiciliaria del ex nuncio en República Dominicana, el polaco Josef Wesolowski, acusado de pedofilia. El Vaticano dijo hoy que Wesolowski enfrenta acusaciones por posesión de pornografía infantil y por abuso de menores.