FCE: asignatura pendiente
asi todos mis libros los compro en el Fondo de Cultura Económica (FCE), pues es raro que no encuentre ahí algún título. Cuando voy a sus librerías suelo deleitarme también en la sección de libros infantiles: tienen una diversidad impresionante y algunas verdaderas joyas editoriales. Lo que nunca he visto son libros en sistema Braille para niños invidentes. Creo que es una falta importante que ojalá pueda enmendarse pronto, ya que a la pena de ser un niño ciego no debe sumarse la de no poder compartir la lectura de un cuento con papá o mamá.
Y no hace falta que el padre aprenda Braille, porque a partir de la recomendación número 56/2011 –que hizo la CNDH a la SEP como respuesta a la queja de padres de niños invidentes que no recibían en las escuelas los libros de texto gratuito en sistema Braille– han llegado a México máquinas capaces de producir libros bilingües, es decir, que pueden leerse simultáneamente en este lenguaje y en la impresión tradicional, lo que permite que padres, hermanos, abuelos y maestros puedan acompañar al niño invidente en sus lecturas.
Con la producción de libros de textos gratuitos en sistema Braille de la SEP, estos niños están adquiriendo ya lenguaje escrito, que les hará no tener que conformarse con audiolibros. Así pues, una población creciente buscará pronto nuevos libros en Braille. Éste es un sistema binario de lectura táctil pensado para personas ciegas. Fue generosamente ideado por el francés Louis Braille a mediados del siglo XIX, ya que él mismo se quedó ciego desde niño.
Se estima que el número de niños con discapacidad visual en Iberoamérica asciende a cientos de miles, así que los libros especiales para ellos serán cada vez más necesarios. Es derecho humano fundamental de esta población el acceso a libros especiales y ya que –al cumplir sus 80 años y con librerías en las principales ciudades de Hispanoamérica– el FCE es la editorial más grande de América Latina, creemos que es hora de que inicie esta línea editorial.
Tlalpan: 10 en conducta
Tlalpan es la primera delegación del Distrito Federal que forma parte de la Red Mexicana de Ciudades Amigas de la Niñez (CAI). Este año Tlalpan obtuvo su primer reconocimiento internacional por sus políticas públicas para la niñez, entre las que destaca la creación de la primera Defensoría de los Niños. Nuestra querida delegada, Maricela Contreras, recibió el galardón del Premio Ciudad Amiga de la Infancia, que otorga el Unicef a gobiernos municipales. ¡Felicidades, Tlalpan!