Apremian a construir nueva sede
que alguien haga algo: Sarabia de la Garza
Lunes 1º de septiembre de 2014, p. 39
Debido a la gran movilidad de pasajeros y mercancías, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) es la principal puerta de entrada a la capital del país para visitantes nacionales y extranjeros, así como punto estratégico para negocios y de conectividad con el resto del mundo.
A punto de llegar a su capacidad máxima este año, con retrasos de vuelos que ni la construcción de una segunda terminal en 2007 –actualmente en hundimiento– pudo subsanar del todo, enfrenta la problemática más compleja en 61 años de historia.
Para el director general, Alfonso Sarabia de la Garza, el AICM está cada vez más saturado. Ojalá alguien haga algo; el gobierno, la iniciativa privada, porque ya no cabemos aquí
. Indicó que para este año se prevé que se podría movilizar a 33 millones de usuarios.
Actualmente, la terminal aérea realiza en promedio mil operaciones comerciales diarias. A nivel latinoamericano ocupa el primer lugar en operaciones, segundo en pasajeros desplazados y tercero por volumen de carga movilizada.
Microcosmos
También es en sí mismo un microcosmos, en el que convergen diferentes nacionalidades, culturas, ideologías, clases sociales y etnias. Algunas personas tienen en el AICM su lugar de trabajo y otras sólo acuden para comprar divisas más baratas.
Con la operación de 26 líneas aéreas comerciales, 18 de carga y 831 establecimientos, todos los días concurren, en promedio 250 mil personas –entre pasajeros y visitantes–, así como más 25 mil trabajadores de diferentes instituciones y empresas asentadas en la zona federal de 746.43 hectáreas. Lo anterior implica un consumo de agua de casi 100 millones de litros por día.
Asimismo, seis empresas de taxis dan servicio con cerca de mil 600 unidades.
Cuarenta por ciento de las ventas de combustible en aeropuertos mexicanos se realiza en el AICM, de acuerdo con el más reciente informe de Aeropuertos y Servicios Auxiliares(ASA).
El 19 de noviembre de 1952 el presidente Miguel Alemán inauguró el edificio (la actual Terminal 1) del entonces Aeropuerto Central, y fue en 1963 cuando cambió su nombre a Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Sin embargo, con el paso de los años y ante el incremento del número de pasajeros y operaciones, en mayo de 2003 se anunció la ampliación para aumentar su capacidad, a fin de atender a 32 millones de usuarios al año y se inició la construcción de la Terminal 2, que empezó operaciones cuatro años después.
Junto con la inauguración, en 2007, de ésta, también comenzó a operar el aerotrén que conecta ambas terminales de manera automatizada sobre una vía de tres kilómetros, y que transporta hasta 100 pasajeros por viaje de cuatro minutos y medio.
A causa de la saturación de las pistas del AICM, en diciembre 2012, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes endureció su postura respecto de los vuelos gubernamentales, y decretó la salida de todos ellos. Sólo retuvieron permiso para aterrizar o despegar las aeronaves de Presidencia de la República, Secretaría de Gobernación, Policía Federal, PGR, Ejército y Marina.
Según un estudio del Instituto Mexicano del Transporte, dependiente de la SCT, el cual publicó este diario en mayo de 2013, de mantenerse la tendencia de crecimiento moderado en la demanda del AICM habrá un deterioro significativo en las pistas a partir de octubre de 2015, por lo que es urgente
la construcción de una nueva sede.