El libro tachado, ensayo de Patricio Pron, publicado por Turner
La literatura no sólo corre el riesgo de desaparecer, sino de volverse innecesaria
Lunes 1º de septiembre de 2014, p. a12
El ensayo El libro tachado, de reciente publicación, es la historia de la fragilidad de la literatura
y de cómo durante los pasados 200 años ha estado en peligro de desaparecer, afirmó el escritor argentino Patricio Pron sobre su texto, publicado por editorial Turner.
Pron (Rosario, 1975) explica en charla telefónica que el volumen se originó en el reconocimiento del actual estado calamitoso del ensayo en español
, ya que hemos olvidado su esencia como género de juego, experimentación, prueba y error
; además, en “la lectura de una serie de autores pesimistas que han afirmado en años recientes que la literatura estaría desapareciendo.
La literatura siempre ha estado en peligro, y los últimos hechos no son los que la han puesto en mayor riesgo durante los últimos dos siglos, en los que podemos hablar de literatura en el sentido que se le da la actualidad, o sea, un obra de ficción, con autor y demás.
El narrador y ensayista reconoce que vivimos el esplendor de la cultura letrada en la medida en que buena parte de nuestros intercambios se producen en este momento mediante textos, pero afirma que en el mundo y en particular en América Latina asistimos a un empobrecimiento de la capacidad de las generaciones más jóvenes de comprender textos escritos de cierta dificultad
.
Una preocupación más profunda
Así, el tema debería preocuparnos, más que por la muerte de la literatura tal como la concebimos
, porque el fenómeno “proyecta sombras directamente sobre la calidad de nuestra democracia en virtud de que buena parte de las elecciones políticas que tomamos son a raíz de nuestra interpretación de ciertas consignas, a menudo escritas. De forma directa y a mediano plazo supondría también un empobrecimiento de las instituciones democráticas, que son instituciones que en América Latina siempre están en peligro.
Una sociedad incapacitada de comprender mensajes de cierta complejidad es también una sociedad que da la espalda al tipo de periodismo que ha estado funcionando como contrapoder y que ha sido sido fundamental en aquellas sociedades que han vivido procesos totalitarios; pienso en Argentina, donde hemos tenido dictaduras particularmente sangrientas en tiempos muy recientes. También es una sociedad que empieza a tomar decisiones políticas tan azarosas como el rostro de un candidato político o la simpatía o antipatía que le provoquen la elección de su vestuario, cuestiones que pueden resultar trágicas a mediano y largo plazos.
El también autor de la novela Nosotros caminamos en sueños (2014) coincide con el ensayista Gabriel Zaid sobre el daño hecho por la proliferación de libros; uno de los peligros más acuciantes está vinculado con que buena parte de lo que se nos vende como literatura no lo es ni se le parece en absoluto (...) y con la especie de convicción de que la literatura carece de la capacidad para transformar o de intervenir en procesos políticos o sociales
.
Resume: La literatura no solamente corre el riesgo de desaparecer junto con el modelo de negocio que la sostuvo en las décadas recientes, sino que también corre el peligro de convertirse en algo innecesario, accesorio, y que no sería determinante para vivir una vida más digna y entera. Estos fenómenos no están por fuerza vinculados, como dicen algunos autores, con la proliferación de los medios audiovisuales o con nuestros hábitos en Internet, sino con un fenómeno mucho más interesante: la desactivación política de la literatura
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La literatura es un “ámbito para la disidencia, la oposición a las ideas preconcebidas; esta es la motivación principal en El libro tachado. También, el deseo expreso de que volvamos a pensar ciertas cuestiones que ya han sido abordadas, pero que están abiertas a resignificación; por ejemplo: ¿qué significa la literatura?, ¿qué significa leer?, ¿qué es un autor?, ¿cómo debe ser comercializada la literatura y cuál es la posibilidad de intervención que tienen los lectores en ese proceso? y ¿qué significa que un libro sea propiedad de alguien?”