Opinión
Ver día anteriorViernes 29 de agosto de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Ruta Sonora

Música indígena en los espacios de rock, buenos avances

Foto
Integrantes de Lumaltok, grupo tzotzil de rockFoto Archivo
E

n 2008 este apartado planteó (nota completa) tras el cuarto encuentro nacional Son Raíz (conformado por intérpretes y promotores de música tradicional, con el fin de compartir experiencias, identificar carencias, proponer soluciones de difusión y preservación, así como dar redacción final al Programa Nacional de Salvaguardia del Patrimonio Musical Tradicional de México), la posibilidad de programar música tradicional y/o indígena en espacios donde suele presentarse por ejemplo, rock y pop actuales. ¿Se animarían espacios como el Alicia, Hilvana, Pasagüero, etcétera, o emisoras como Reactor 105.7 o Ibero 90.9, Canal 11, entre otros, a presentar esta música de forma habitual?, fue la reflexión final de aquella Ruta Sonora. El planteamiento tuvo poco eco: sonaba utópico. Sin embargo, aunque falta mucho por hacer, en fechas recientes ha habido esperanzadores acontecimientos, que es preciso resaltar.

Como antecedente, la propuesta de quien escribe estuvo acompañada por argumentos en los que se expuso, entre otras cosas, que la música tradicional, forjada por siglos, no es concebida en sus comunidades como un espectáculo de consumo sino como un vehículo de identidad y cohesión tanto regional como social. Se planteó que no sólo es deseable difundir, promover y auspiciar su enseñanza y preservación, sino dejar de considerarla mero folclor, curiosidad turística u objeto de estudio antropológico, en aras de insertarla en los espacios escénicos cotidianos mestizos, abiertos a todo tipo de expresiones. Asumir a sus exponentes como iguales; no verles de forma paternalista ni condescendiente, ni confinarlos a foros aparte. Aunque claro, no por ello promover esta música como un producto más, sino como una entidad plena de valor cultural, para que las recientes generaciones no indígenas se acerquen a aquélla con naturalidad: quizás así tras un primer acercamiento, exploren más sobre su contexto original. Hacer esto de manera más radical sería un verdadero desafío a la usual discriminación y un acto más osado que el sólo verles como piezas de exhibición en sus espacios y no fuera de ellos.

Por ello, tanto a partir de fusiones indígenas como de música tradicional mestiza, notable avance ha sido la participación cada vez más frecuente de diversos artistas que se expresan en lenguas originarias, en foros antes no destinados para ello, en el reciente lustro. Algunos ejemplos son el programa Poesía en Voz Alta en Casa del Lago; el escenario tradicional de Vive Latino 2014 o el concierto Rock Indígena en el Multiforo Alicia (el 9 de agosto, en torno al Día Internacional de las Poblaciones Indígenas). En estos actos, los mayores valores han sido: preservar las lenguas ancestrales, darles presencia (acompañadas por lo que implica la cultura de cada una) y acercarles a quienes no los tienen en su mapa cotidiano. Interesante también ha sido el sincretismo que se ha dado en tzotzil, náhuatl, mixteco, zapoteco, etcétera, con géneros como el rock, rap, reggae, ska, cumbia, entre otros ritmos hoy día globales.

En tenor similar, en espacio específico dedicado a diversas etnias (en la ciudad de México hay unas 500 mil personas que según el INEGI se asumen como indígenas), se lleva a cabo desde el martes 26 la Feria de las Culturas Indígenas, organizada por el área de Asuntos Indígenas (Vinculación Cultural, Secretaría de Cultura DF). Aunque sigue dentro de lo especializado, sobresale de entre otros esfuerzos al presentarse en el Zócalo en gran formato, y por lo profundo y exhaustivo de los temas abordados. Además, justo ayer informó el gobierno capitalino que a partir de esta edición, agosto será el mes oficial de este encuentro, de forma permanente. A decir del vasto programa, es un espacio acucioso para la exposición de arte, gastronomía, deporte y medicina tradicional indígenas; talleres, conferencias, libros, películas, documentales (muchísimos) y música.

Viernes 29. En cine, destaca la proyección de La Jaula de Oro, de Diego Quemada Diez, con la presencia del director y el actor tzotzil Rodolfo Domínguez. Música: Hueyo Tlahuilli (danza nahua), Maricela González (trío otomí).

Sábado 30. En cine, sobresalen los documentales Silvestre Pantaleón (Roberto Olivares) y Cochochi (Israel Cárdenas). Música: Mariachi huichol Tate Wari y el psychedelic pox (posh) de Lumaltok (neblina), rock tzotzil (éste último, muy recomendable).

Plaza de la Constitución, 10 a 20 horas, acceso libre. Programación.

#QueMePregunten Fest

Sábado 30: Que me pregunten Fest. Concierto masivo, gratuito, para promover la consulta popular en contra de la Reforma Energética. En vivo: Panteón Rococó, Tijuana No, Los de Abajo, Maskatesta, Estrambóticos, Charlie Monttana, Royal Club, entre otros. Foro Sol, 11 horas. Detalles. (más conciertos).

Twitter: penaloza