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Tenía 79 años; su mezcla musical se popularizó en la década de los 60

Murió Peret, creador y máximo exponente de la rumba catalana

Rivalizó con Antonio González El Pescaílla por la autoría del género

Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 28 de agosto de 2014, p. 9

Madrid, 27 de agosto.

Del escenario al reino del Señor, como siempre quiso. Con estas palabras anunció su familia el fallecimiento de Pere Pubill Calaf, conocido como Peret, el creador y máximo exponente de la rumba catalana, mezcla de flamenco que se popularizó en la década de los 60.

El artista catalán, nacido en Barcelona hace 79 años, padecía cáncer de pulmón desde hace unos meses.

Alrededor de las 14 horas, después de que varios medios de comunicación españoles informaron de forma prematura y errónea su muerte, la familia del popular cantante finalmente dio la noticia del fallecimiento.

Estaba grave, en el módulo de enfermos crónicos de cáncer de un hospital barcelonés, y luchaba entre la vida y la muerte desde hace un par de días. Ayer por la noche se supo que su fallecimiento era inminente, lo que vistió de luto a la popular rumba catalana y a su familia, integrada por su esposa, dos hijos, dos nietos y dos bisnietos.

Peret se convirtió en una figura popular en España a mediados del siglo pasado, en plena dictadura fascista de Francisco Franco, y gracias a un género musical que él inventó: mezcló la copla, el cante jondo, la sardana y los ritmos más rumberos que se escuchaban en otras latitudes, como América Latina, para crear lo que se dio a conocer como la rumba catalana. Sus canciones se convirtieron de inmediato, y así ocurrió durante 30 años, en la música que animó las fiestas populares de Barcelona, primero, y del resto de España después.

De ahí vendría una tímida internacionalización de su música, que se escuchó sobre todo en el sur de Francia y en varios países de América Latina, incluido México.

Foto
Pere Pubill Calaf, Peret, en los años de juventudFoto Fototeca Nacional de Holanda

Peret rivalizó en su día por la autoría de la rumba catalana con otro flamenco de raza, quien también se consideró uno de los impulsores del género, Antonio González, El Pescaílla, que además fue el marido de la popular cantante y bailaora Lola Flores. Ambos se iniciaron en el flamenco clásico, que poco a poco fueron modificando en la búsqueda de un ritmo más popular y alegre, y que se nutrió, en gran medida, de los ritmos que salían de Cuba en aquellos años, como el tradicional son.

Medio siglo de componer

Su debut como solista lo hizo con tan sólo 12 años, en el Teatro Tívoli de Barcelona, donde irrumpió con fuerza por el torrente de su voz, si bien no fue hasta unos años después, convertido ya en joven, cuando inició su propia andadura con el género que finalmente lo aupó a la popularidad de la que gozó hasta el final de sus días.

En una de sus últimas entrevistas, Peret hizo balance de su vida y su aportación a la música popular: “Llevo 51 años luchando en este país, haciendo canciones, contagiando alegría. A estos jóvenes sus padres les habrán dicho: ‘Había un gitano que se llamaba Peret, que cantaba El tracatrá...’ Aunque no es fácil que los hijos acepten esto, porque todos queremos ser distintos a nuestros padres, pero luego te ven encima de un escenario con 73 tacos (años) y dicen: ‘¡Hostia, qué huevos tiene éste!”

Los restos mortales del cantante Peret serán velados en el ayuntamiento de Barcelona, donde se rendirá un homenaje póstumo a uno de las figuras más singulares y emblemáticas de la música popular catalana.