El Consejo de usuarios en defensa de las aguas negras y productores agrícolas del distrito de riego 003 de Tula, Hidalgo, sostuvo que la transferencia de la administración y operación de éste implica que los campesinos renuncien a su derecho al agua residual que por decreto presidencial tienen desde 1895 y los dejaría sin el recurso para el riego de los cultivos de granos básicos y hortalizas.

En conferencia de prensa, acompañados por José Narro Céspedes, dirigente de Unidad Democrática Nacional (Udena), expresión política del PRD, los campesinos también se pronunciaron en contra del funcionamiento de la planta de tratamiento de aguas negras de Atotonilco de Tula, ya que con ella disminuirá en 50 por ciento el volumen de líquido.

Narro Céspedes informó que el próximo lunes, agricultores del valle del Mezquital, Hidalgo, y de Zacatecas, realizarán un plantón frente a las instalaciones de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), donde denunciarán que de las 2 mil 400 plantas tratadoras de aguas residuales habitacionales que hay en el país, 60 por ciento no sirve y las mil 200 plantas para tratar las aguas residuales de las industrias son insuficientes.

El también dirigente de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA) dijo que por la “corrupción en Conagua y la falta de buenas tecnologías en el tratamiento de aguas residuales se ha originado que los campesinos de Zacatecas, Hidalgo y Veracruz, entre otros, usen el líquido contaminado para regar sus cultivos. En Zacatecas se agrega la sobrexplotación de 19 de los 36 principales mantos acuíferos; los cinco principales ríos de la entidad son utilizados como drenajes para las aguas negras de decenas de ciudades y comunidades, y aunque se han invertido 3 mil 500 millones de pesos para el saneamiento de dicho tipo de líquido, las plantas no sirven.