XHTV Canal 11, 12 de 55
s grato recordar y enviar un saludo cariñoso a toda la gente del canal, de antes y de ahora, por sus 55 años de vida, salud y desarrollo que lo han colocado al día de hoy –con el 22– en el refugio indiscutible de quienes apreciamos algo más que bagatelas y la risa loca porque todo está de maravilla y somos optimistas.
Fue Hebert Darien quien me llevó al canal ll, por aquellos años 60 a sus estudios, donde se grababa Ifigenia cruel, con la inolvidable Mónica Serna. Todo era sencillo, mínimo, y con lo indispensable; perteneciente al Politécnico y estaba lleno de gente nueva. Bailé una danza griega con los pies descalzos y recuerdo lo negros que me quedaron.
En sus modestas instalaciones se hacían muchos programas y desde entonces su sello y carácter fundamental fueron la ciencia, el arte y la cultura, la música y el teatro esencialmente, porque la danza, a decir verdad, como sucedía en aquella época, era lo último de la fila. Pero logramos poner Sílfides y el Lago de los cisnes, con el querido Felipe Segura y su ballet Concierto de México.
Tiempo después, trabajaba en RTC (radio televisión y cine), cuando estaba don Miguel Álvarez Acosta, y ya fluían los proyectos de danza que incluían mi idea, una serie llamada Teledanza, tu clase de ballet, cuyo piloto se grabó en los estudios del 11, y algunos programas en los Estudios Churubusco, hasta que en el cambio de autoridades sexenales llegó la adversidad; me corrieron, y alguien me ubico en el canal ll, con una plaza recortada al máximo y una grilla descomunal.
Teledanza continuó transmitiéndose, pues tuvo gran éxito, pero no logramos continuarla después de 116 programas, aunque se repetía constantemente. Me convertí en conductora y presentaba todos los programas extranjeros de danza; me llevaron al Festival Internacional Cervantino, también con otro conductor, y presentaba todo lo que me ordenaban, como una serie del canal que se llamó Videoteca del 11, que transmitía programas y series interesantes ya proyectadas en el canal, salvo aquellas que su productor no lo permitía, por altas influencias, a pesar del berrinche de la gerencia de producción.
Finalmente me permitieron producir una nueva serie, idea mía, La otra danza, que presentaba una serie de grupos nuevos, pujantes y de arrestos no menos dificultosos, con gente joven buscando su lugar, a muchos de los quienes ya habíamos presentado en la Sala Miguel Covarrubias de la UNAM, como la Joven danza mexicana, durante mi gestión como jefe del departamento de danza de dicha institución, serie que se abrió con la presentación de Waldeen, madre de la danza moderna mexicana, con su última obra, Carmen Serdán.
El objetivo era difundir, acercar al público a la danza; darnos la oportunidad. Así, cuando llegaron de nueva cuenta otras autoridades, con la misma inspiración anterior, me volvieron a correr, después de más de una decena de años de lucha. Teledanza y La otra danza se borraron, aunque tampoco fueron capaces de producir algo mejor en la difusión de nuestra danza.
Hoy, parece que ese sistema es más controlado, pues lo importante es la idea, la difusión y el respeto al trabajo. Sin embargo, el canal l1 forma parte irreductible de la historia de la danza en este país y finalmente, lo bailado, ¿quién lo quita?
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Felicidades inmensas a mi querido canal y a mis viejos compañeros.