En 2008 el sociólogo Armando Bartra publicó la primera edición de El hombre de hierro, y este martes por la noche presentó la segunda edición del volumen, coeditado por las universidades autónomas Metropolitana (UAM) y de la Ciudad de México (UACM), así como el sello Ítaca, al que adicionó algunos capítulos.

Cuando se publicó por primera vez el libro, señala el filósofo, “el tema del descalabro civilizatorio que vivíamos no era nada novedoso, no es de un día para otro, pero ya había terminado el libro cuando el panel internacional sobre cambio climático de la ONU emitió su primer informe, que fue muy espectacular porque nos habla de los grados de temperatura que puede soportar el ecosistema sin derrumbarse y que son antropogénicos, y que la humanidad está yéndose al carajo.

“Esta situación de crisis ambiental, pero también la dimensión económica de la crisis, la recesión, vino inmediatamente después, la dimensión alimentaria de la crisis, el problema del tortillazo en México y en general el alza de los precios de los alimentos en todo el mundo vino después, las situaciones de guerra y de violencia se siguen ampliando a lo largo del mundo, así que el libro requiere de una reflexión que ponga al día esta crisis civilizadora de la que ya hablaba en el viejo Hombre de hierro.

La crisis ha cobrado una presencia mucho mayor, mucho más sólida y mucho más alarmante, advirtió en entrevista al finalizar la presentación del volumen en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, a la que asistieron los investigadores Claudio Albertani y Carlos San Juan, el escritor Julio Moguel, el editor David Moreno Soto y el escritor Carlos López, como moderador.

Resistencia y rebelión

En los nuevos capítulos, dijo Armando Bartra, “trato de abordar la crisis no de manera positivista, no como si la crisis fuera un objeto que se pudiera medir: cuántos grados de temperatura, cuántos años de recesión económica, cuántos desplazados ambientales, o describir la crisis como si fuera una cosa que está frente a nosotros. El último capítulo, por ejemplo, se ocupa de cómo vive la gente la crisis, o cómo vivimos la crisis.

Cuando vemos a la crisis como una vivencia, es decir, la crisis desde el lado del sujeto, entonces lo que vemos es también opciones a la crisis, resistencia ante la crisis, rebelión frente a la crisis. Creo que esta es la parte positiva, la crisis no es una cosa que nos sucede y que podemos medir, que podemos contar, que podemos describir y que fatalmente nos sucede, sino que es un modo de vivir, es un modo de estar en el mundo, es un modo crítico de estar en el mundo y en esta medida podemos también encontrar fuerzas en la crisis para superarla.

Realiza además una serie de reflexiones acerca de los movimientos juveniles en el mundo, de los cuales México se había perdido hasta hace dos años apenas y por fortuna el libro puede todavía tomar en cuenta la emergencia de #yosoy132 a finales de 2012 y decir un poco también en México los jóvenes están diciendo aquí estamos y si estamos vivos y actuantes la crisis tiene solución.

La crisis, agregó, somos todos, somos nosotros, si no nos cae el veinte la crisis no tiene salida. Si no nos damos cuenta, no de la gravedad de los problemas, no de la magnitud de la crisis, sino de nuestra responsabilidad en ella, esto no tiene salida, creo que en el mundo no estamos viviendo años de apatías, años de frustración mucho menos en América Latina. Ni siquiera en tiempos de la Revolución Cubana podíamos encontrar tantos procesos de cambio, de cambio profundo y alentador en América Latina, procesos que comenzaron con Hugo Chávez, luego en Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador, un poco en Colombia, en Chile, Nicaragua o Uruguay.

Latinoamérica nos está poniendo el ejemplo de que sí se puede, de que no es fácil, que no son las viejas revoluciones que van a resolverlo todo de un día para otro, se toma el poder, se gobierna desde el proletariado y todo queda resuelto. No es así, es complicado, es difícil pero creo que estamos en ese camino, la parte negativa de esta visión optimista latinoamericana es que México es el furgón de cola, es la excepción que confirma la regla, sigue construyendo el modelo neoliberal cuando en el resto del mundo está de capa caída, ya saldremos de esto algún día, pero de momento ahí estamos y bueno las reformas neoliberales son de todos los días.

Durante la presentación, el politólogo e historiador Claudio Albertani advirtió que un tema faltante en El hombre de hierro es el del narcotráfico y la violencia.

Al respecto, Armando Bartra señaló que será en unas semanas cuando se publique su nuevo libro Con los pies en la tierra: despojo y resistencia en los territorios, donde se ocupe de ese tema.