En el país, sólo 14.4 por ciento de los recién nacidos son alimentados con leche materna y el resto consumen fórmulas lácteas por las que sus padres pagan 3 mil 500 millones de pesos al año, y la mayor parte de ese dinero va a un solo productor, alertó el director del Instituto Nacional de Salud Pública, Mauricio Hernández Ávila.

La lactancia materna es uno de los grandes pendientes de la salud pública mexicana. No la hemos atendido como se debe. Es un problema complejo de comportamiento, de habilitación social. No basta con mensajes cívicos: hay que habilitar el comportamiento, dijo.

En la inauguración del segundo Foro Nacional de Lactancia Materna en la Cámara de Diputados, Hernández Ávila expuso que las naciones cuyas leyes obligan a la rendición de cuentas, transparencia y respeto al código internacional de comercialización de sucedáneos de leche, también tienen mejores indicadores de lactancia, y el país requiere una legislación moderna.

Resaltó que en México, además, falla la preparación en el primer nivel de atención. Desafortunadamente, los médicos y las enfermeras no reciben, en su capacitación, el mensaje clave de la lactancia materna y por lo tanto no están habilitados para dar esa importante consejería que requieren las mexicanas, explicó.

Insistió que la leche materna es el mejor alimento para los recién nacidos y la mayoría de las madres mexicanas puede amamantar a sus hijos.

“Sin embargo, tenemos uno de los índices más bajo. De 2006 a la fecha, pasó de 22 a 14.4 por ciento. Estudios del instituto, que hemos terminado recientemente, indican los daños que se producen en la infancia. Los costos que cubren las familias son de casi 5 mil 500 millones de pesos, y de éstos, 3 mil 500 millones gastan las mujeres mexicanas en mantener una alimentación con sucedáneos de la leche –que en realidad no es necesaria– durante el primer año de vida”, detalló.

El Poder Legislativo, dijo el funcionario, puede poner los correctivos necesarios para asegurar que los infantes tengan la alimentación que se merecen.

Abundó que algunos factores tienen influencia directa sobre el establecimiento y el mantenimiento exitoso de la lactancia, entre éstos el apoyo que reciben las madres en la gestación, el momento del parto y el puerperio, y ponderó que los países que invierten en investigación y en pruebas piloto para encontrar los mejores esquemas de promoción son los que tienen los mejores resultados.

En el mismo foro, la representante de la Organización de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en México, Isabel Crowley, explicó que únicamente 38 por ciento de recién nacidos son puestos al seno materno en sus primeras horas de vida. Consideró necesaria una campaña nacional que promueva la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida.