La reforma constitucional a telecomunicaciones y radiodifusión representó un avance para el sector, pero la legislación secundaria quedó a deber, porque en ella se negociaron intereses económicos y políticos, sirvió para legitimar al actual gobierno que llegó cuestionado, beneficiar a las televisoras con las que tiene los mayores compromisos, y los ciudadanos quedaron sin la posibilidad de tener una verdadera televisión pública, además de que prevalecerán los contenidos de baja calidad, los medios sociales no tendrán posibilidad de desarrollarse y no habrá un verdadero combate a los monopolios, advirtieron especialistas.

Durante su intervención en la mesa sobre la reforma a telecomunicaciones y leyes secundarias organizada por La Jornada y Casa Lamm, el presidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi), Agustín Ramírez, y la académica de la UNAM, Alma Rosa Alva de la Selva, criticaron que la legislación secundaria a telecomunicaciones y radiodifusión carezca de los elementos necesarios para que en realidad se lleve a cabo la desinversión de un agente económico preponderante, y aseguraron que por ese y otros elementos hay razones para promover una controversia constitucional.

Alva de la Selva enumeró cinco razones por las que el gobierno de Peña Nieto impulsó el paquete de reformas. La primera es la económica, porque en esta administración existe la convicción de que México debe continuar en la órbita del capitalismo global, y con las reformas se proyecta el Mexican moment. México sigue en el neoliberalismo, mientras el resto de los países latinoamericanos van por el postneoliberalismo, destacó. La segunda razón es la política, porque este gobierno llegó cuestionado y las reformas le dieron legitimidad al ser acordarlas a través del Pacto por México. Con esta estrategia también se posicionó ante el poder mediático.

Luego viene la razón tecnológica, en la que los poderes mediáticos tienen grandes intereses. Aseguró que las televisoras y los concesionarios de telecomunicaciones apoyaron la reforma constitucional, pero en la legislación secundaria se dio la gran negociación. Los industriales de la radiodifusión están emigrando a la tecnología digital y buscan ser convergentes, para ahora poder dar todos los servicios de telecomunicaciones posibles. Aquí, dijo, se conjuntan otras razones que tienen que ver con el control de contenidos, la multiprogramación y que le hayan dejado a Televisa el paso libre para seguir creciendo en el mercado de televisión de paga.

Ramírez señaló que la reforma constitucional y la legislación secundaria trajeron beneficios a los usuarios de servicios de telecomunicaciones y radiodifusión, pero los legisladores y el gobierno federal dejaron una gran deuda, porque si bien en telecomunicaciones están claras las reglas para el agente económico preponderante, no es así en radiodifusión.

Puntualizó que la ley no fijó límites para la propiedad cruzada en radiodifusión, por lo que deja abierta la puerta para que Televisa siga creciendo en televisión de paga y otros mercados.