Jesús María, municipio de El Nayar, 23 de julio.

De mayoría cora, aunque también con abundancia de huicholes, El Nayar fue el escenario desde el cual el presidente Enrique Peña Nieto comprometió hoy: No vamos a cejar un ápice en nuestro esfuerzo de asegurar que podamos combatir, a cero, el hambre en nuestro país.

Aquí, donde mujeres indígenas de 28 años pueden sumar ya seis hijos porque muchas empiezan a parir desde los 16, y donde no obstante traer puestas hoy sus mejores galas la pobreza salta a la vista, el mandatario también puso como prenda de su administración haber admitido la existencia del hambre en México y su determinación de terminar con ese problema.

Lo primero que hicimos fue reconocer lo que no se había dicho anteriormente, que en México había, al inicio de la administración, más de 7 millones de mexicanos que padecían hambre, que no tenían garantizado su abasto alimentario todos los días, señaló.

Entonces, añadió, si México quiere mostrarse al mundo en toda su modernidad y potencial debía asumirse también esa condición de hambre, y de ahí la cruzada gracias a la cual, y según afirman las autoridades de la Secretaría de Desarrollo Social, más de 3 millones de personas han dejado ya esa condición mediante la suma de esfuerzos de las distintas dependencias del gobierno federal.

Pero en su mensaje Peña Nieto hizo un paréntesis para referir los datos ofrecidos por el Inegi este día sobre la disminución en el número de homicidios dolosos en 2013.

Al informar de los avances de la Cruzada Nacional contra el Hambre, el presidente Enrique Peña Nieto resaltó el compromiso de su gobierno de combatir a cero el hambre en nuestro país, y aseveró que, en ello, no vamos a cejar ni un ápiceFoto Presidencia

Se trata, apuntó, de un indicador importante para saber cómo vamos en materia de seguridad. Y lo más importante es que se ha acreditado en el trabajo de 2013 (...) una disminución sensible en la comisión de delitos de ese orden. Llegamos a tener en el país, en 2011, 24 homicidios por cada cien mil habitantes. Los datos que da hoy Inegi reflejan que son 19.

Se trata todavía de una cifra alta, asumió. Por eso es que no cantamos victoria y tampoco echamos a volar las campanas, pero hacen evidente, desde su perspectiva, la ruta correcta trazada por el gobierno federal. Hay una disminución de la violencia, pero tenemos que seguir trabajando para recuperar condiciones amplias de tranquilidad y normalidad en materia de seguridad en el país.

Ataviado con las pulseras de chaquira, los morrales coloridos y los pañuelos de la inconfundible manufactura de los pueblos indios de esta región, el jefe del Ejecutivo federal también recibió reconocimientos de su buen amigo, el gobernador nayarita Roberto Sandoval:

Gracias señor presidente por toda esta gran alegría, por toda esta gran emoción de todos los nayaritas... gracias por todo el cariño y todo el amor que le tiene a nuestra tierra. dijo.

Tras escuchar los reportes de las acciones de la cruzada contra el hambre ofrecidos por la comisionada nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Nuvia Mayorga, y de la titular de Sedesol, Rosario Robles, el mandatario hizo el balance de esa estrategia en todo el país.