Washington, 23 de julio.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) volvió a recortar este miércoles su previsión de crecimiento en Estados Unidos, debido al enfriamiento de la primera economía mundial en el comienzo de este año.

El producto interno bruto (PIB) estadunidense debería crecer un decepcionante 1.7 por ciento en 2014, tras una expansión de 1.9 por ciento en 2013, indicó el Fondo.

La previsión también representa una nueva caída respecto a las estimaciones del organismo de mediados de junio (2 por ciento) y abril (2.8 por ciento).

Un invierno excepcionalmente duro conspiró con otros factores, incluyendo una corrección de inventarios, un mercado inmobiliario aún en problemas y una reducida demanda externa, para producir una contracción de 2.9 por ciento en el primer trimestre, señaló el organismo. Se trató del mayor declive en cinco años.

Las menores expectativas de crecimiento deberían contribuir a una continua debilidad en el mercado laboral durante los próximos tres o cuatro años, y Estados Unidos permanecería por debajo del pleno empleo hasta 2018, agregó.

Aunque la economía va en vías a recuperarse el resto del año bien por encima del potencial de crecimiento, en un nivel de 3 y 3.5 por ciento, no será capaz de compensar el mal arranque, la peor contracción en cinco años, indicó el Fondo.

Eso significa que el crecimiento total para este año será un decepcionante 1.7 por ciento, subrayó el organismo en su informe anual sobre la economía estadunidense, conocido como Artículo IV.

Pero el FMI se muestra más optimista para 2015, pues prevé que el crecimiento de la economía estadunidense debería, al menos que ocurra un golpe imprevisto, llegar a 3 por ciento, el nivel más alto en diez años.

El próximo año se espera un fuerte crecimiento del consumo, inversiones en viviendas, así como facilidad en las condiciones financieras, predijo el organismo. Advirtió sin embargo que existen riesgos en ese escenario como una desaceleración del crecimiento en los mercados emergentes, un alza del petróleo derivada de los conflictos en Ucrania y Oriente Medio, y un aumento de las tasas de interés.

El FMI advirtió que una población estadunidense que envejece se traduce en que la economía no será capaz de crecer por sobre 2 por ciento a largo plazo sin reformas significativas, como cambios tributarios y migratorios. Los cambios también incluyen más inversión en infraestructura y capacitación laboral, además de la provisión para ayudar en el cuidado de niños, que podría llevar a más estadunidenses a la fuerza laboral.

Por primera vez en varios años el FMI también se enfocó en los profundos bolsones de pobreza que existen dentro de Estados Unidos e instó a expandir el crédito al impuesto a la renta para los trabajadores más pobres y a elevar el salario mínimo, medidas que, combinadas, podrían ayudar a los pobres sin afectar demasiado el presupuesto del gobierno.

Creemos que (la pobreza) es macro-relevante, creemos que es importante para el crecimiento y para la sostenibilidad económica y social en Estados Unidos, dijo a periodistas el subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Nigel Chalk.