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Es una mujer dura, pero también bondadosa, señalan testimonios

La dueña del albergue fue tratada peor que si fuera narcotraficante
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 19 de julio de 2014, p. 12

Morelia, Mich., 18 de julio.

Trataron a Mamá Rosa peor que si fuera narcotraficante, señaló Omar Muñoz Gutiérrez, dueño de una empresa familiar en Zamora. La Policía Federal, la PGR y militares realizaron un despliegue armado como si dentro del albergue hubiera otra fuerza similar, sólo les faltó traer a la Marina.

Es una mujer dura, para corregir y educar a niños con adicciones, agresividad y otros problemas se requiere de carácter; pero también es una mujer bondadosa, apuntó, pero tiene 81 años de edad. Durante 60 años ayudó a niños desprotegidos y abandonados. Los formaba y los convertía en ciudadanos de bien, aunque hay algunos que decidieron irse por el mal camino.

No merece que se le dé un trato de sicario, dijo: Ahora los padres van y reclaman a sus hijos después de varios años, cuando los llevaron a la casa hogar como si fueran animalitos. Afirmó que en Zamora la conocen de por vida y saben que es posible que por su edad en los últimos años las cosas se salieran de control.

El gobierno procede como si en verdad actuara con responsabilidad, enfatizó Muñoz, cuando el Estado debiera estar a pendiente de estos problemas que se multiplican ante la falta de oportunidades, educación y garantía del estado de derecho.

Josefina Gómez es empleada del expendio de paletas en los portales del centro de la ciudad. Sostiene que en Zamora, 90 por ciento de las familias reconoce la labor de Mamá Rosa, quien con la bola de chiquillos salía a las calles a recolectar alimentos. “A través de los niños reclamaba al regidor, al empresario o diputado que sólo les daba una moneda de cooperación. En público gritaba fulano de tal es bien pinche tacaño sólo nos dio 10 pesos.

Comentó que su hermana trabajó hace unos 15 años con un dentista que cada dos o tres semanas visitaba el albergue para dar consultas gratis. Entraba hasta la zona de dormitorios y todo se veía que funcionaba bien.

Esther Zamudio, dueña de una tienda de ropa, comentó que Mamá Rosa realizó una labor grande, que no cualquiera le entra, pero ahora del árbol caído todos quieren sacar leña.

Luis Pérez, taxista de 55 años, comentó que Mamá Rosa siempre se aparecía en actos oficiales. “Cuando era presidente, Carlos Salinas vino a inaugurar el Hospital Civil. Es mal hablada y le gritó al presidente: ‘¡Qué chingaos les vas a dejar a los zamoranos, por qué nomás vienes a pasearte!’; se hizo el silencio.”

En 1991, en una visita a Zamora del entonces gobernador Genovevo Figueroa Zamudio –días después de que la policía detuvo a grupos de oposición que tenían tomadas las alcaldías, cuando él había reiterado que no se usaría la fuerza pública–, Mamá Rosa se presentó en el sitio donde fue recibido por autoridades municipales y a grito abierto dijo: ¡Ábranle paso al güerito que hoy viene estrenando unos de avestruz!

El taxista comentó que Rosa Verduzco tiene dos hijas, que viven en la zona residencial de Zamora. Ellas no están involucradas con el asunto del albergue. No se sabe si enviudó o no tuvo marido. Desde que se le conoce ha estado sola. Dicen que su familia es adinerada, oriunda de Zamora, y sus padres se molestaron cuando les dijo que pondría una casa hogar.