Durango, Dgo., 18 de julio.

Ricardo Karam Von Bertrab, delegado de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en Durango, niega que en la construcción de la autopista Durango-Mazatlán hayan existido omisiones, anomalías o corrupción en materia de impacto ambiental.

Ejidatarios dueños de tierras por donde pasa la autopista Durango-Mazatlán, habían denunciado que la vía se construyó sin el permiso de impacto ambiental que otorga la Semarnat, en al menos cien kilómetros, y que las dependencias federales fueron cómplices de esta omisión; sin embargo, el delegado en Durango afirmó que el permiso existió.

Los ejidatarios basaron su aseveración en un documento emitido a principios de julio de este año por la unidad de enlace de acceso a la información de la Semarnat donde se reconoce que sólo dos tramos de los 230 kilómetros de autopista cuentan con el permiso correspondiente, uno de 104 kilómetros y el otro de 26.

En el documento se afirma que en 2003 la Semarnat negó el permiso de impacto ambiental para la construcción de cien kilómetros (de El Salto a Concordia), la parte más alta y más difícil de esta vía.

Karam Von Bertrab asegura que en 2000 la Semarnat entregó un manifiesto de impacto ambiental a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para que iniciara la construcción de la citada vía, pero aclaró que no tiene una copia del documento porque la secretaría a nivel central lo otorgó por tratarse de una carretera regional.

Dijo que los ejidatarios están en su derecho de reclamar pagos por daño ambiental, pero que el desastre dejado por las constructoras en la región serrana fue pagado. Explicó que cuando se hace la solicitud de obras de ese tipo, las empresas hacen un pago de compensación por daños ambientales al denominado Fondo Forestal Mexicano.