Presenta la PGR los testimonios de seis menores
Me pegaban y me encerraban en un cuarto de 3 metros, afirma un menor
Una niña asevera que era obligada a tener sexo a cambio de dinero
Otro cumplió la mayoría de edad y quedaría libre sólo si ella lo autorizaba
Jueves 17 de julio de 2014, p. 2
Las vejaciones que padecieron cerca de 500 menores de edad que fueron rescatados el pasado martes de la casa hogar La Gran Familia, ubicada en Zamora, Michoacán, incluían maltrato físico, sicológico y sexual, además de que los cuidadores de los niños y administradores del albergue los sometían a castigos inhumanos, como permanecer varios días sin comer o encerrados en una celda no mayor de tres metros cuadrados, según narraron ayer a la Procuraduría General de la República (PGR) seis de las víctimas.
Jesús Murillo Karam, titular de la PGR, convocó este miércoles a los representantes de los medios de comunicación nacionales e internacionales, por segundo día consecutivo, para dar informes del caso Mamá Rosa, como se conocía entre los internos del albergue La Gran Familia a la fundadora, Rosa del Carmen Verduzco Verduzco, quien anoche permanecía internada en un hospital de Zamora, recuperándose de una crisis nerviosa.
Ante la presencia de multitud de medios, Murillo Karam dijo que él fue el principal sorprendido con lo que hallaron las autoridades al momento de realizar el cateo el pasado martes en las instalaciones de la casa hogar, ya que considerábamos que era un albergue de prestigio
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Acerca de la situación jurídica de Mamá Rosa, el funcionario indicó que las autoridades están a la espera de la evolución de su salud y, si es posible, se realizarán las diligencias ministeriales en el hospital donde está internada.
Durante el encuentro con los medios de comunicación, el funcionario señaló que hasta el momento se han recabado testimonios de 12 menores de edad y jóvenes que narraron las vejaciones de las que fueron víctimas durante varios años.
En compañía de Tomás Zerón, director de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, y funcionarios de la Subprocuraduría Especializada en Investigación contra la Delincuencia Organizada (Seido), Murillo Karam hizo públicas seis de las 12 declaraciones que han rendido algunas de las víctimas rescatadas de la casa hogar.
Uno de los menores dijo que fue sometido a maltrato físico, sicológico y sexual por un hombre que lo obligaba a hacer sexo oral.
Otra víctima narró a los agentes ministeriales que fue víctima de golpes en la cara, que le pegaban con varas en la clase de música y, en castigo, lo encerraban en un cuarto de unos tres metros cuadrados al que llamaban El Pinocho. Afirmó haber sido víctima de un hombre que se bajaba los pantalones y los obligaba a tener sexo oral.
Un tercer testimonio es el de una menor que aseguró haber sufrido abuso físico con una manguera en las piernas cuando no cumplía órdenes y mencionó a un trabajador del albergue que la obligaba a realizar actos sexuales a cambio de dinero.
Una cuarta víctima añadió que una vez que cumplió la mayoría de edad, Mamá Rosa le dijo que sólo recuperaría su libertad si ella lo autorizaba, pero que ese momento aún no había llegado.
Los testimonios de una quinta y sexta víctimas refieren que cuando permanecían encerradas en la celda conocida como El Pinocho, algunos de sus compañeros se compadecían y se las arreglaban para proveerlos de alimentos y agua.
En tanto, el director de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, Tomás Zerón, dijo que se hallaron 20 toneladas de basura en el albergue La Gran Familia, donde se rescató a los niños.