Diversas ciudades se han negado a albergar a indocumentados
Seis de cada 10 estadunidenses desaprueban la reacción de Obama
Jueves 17 de julio de 2014, p. 29
Lincoln, Nebraska, 16 de julio.
Los miles de niños que han cruzado la frontera entre México y Estados Unidos son refugiados que huyen de la violencia, no inmigrantes que se deben devolver de modo sumario, aseguraron activistas hispanos y de derechos civiles de Nebraska, en momentos en que diversas ciudades de Estados Unidos se han negado a albergar temporalmente a miles de menores indocumentados.
En declaraciones al periódico Lincoln Journal Star, Shirl A. Mora James, una abogada de derechos civiles e inmigración de Lincoln, indicó que los niños son refugiados procedentes de países centroamericanos que tienen las tasas de homicidio más altas del mundo
.
Max Graves, director del Centro de Asistencia Legal de Inmigración en Lincoln, describió varias situaciones que son de su conocimiento y que involucran a niños inmigrantes, entre ellas la de un adolescente que llegó hace unos meses tras haber sido abandonado por sus padres cuando tenía cinco años, y sobrevivió en las calles hasta que huyó para poder vivir con un tío en Nebraska.
Los activistas criticaron a los líderes estatales y congresistas de Nebraska que el lunes pidieron a las autoridades federales información sobre los más de 200 niños que fueron colocados en el estado.
En un carta, el gobernador Dave Heineman, los senadores Deb Fischer y Mike Johanns, y los representantes Adrian Smith y Lee Terry, todos republicanos, pidieron los nombres de los menores, sus números de identificación, los nombres y direcciones de sus patrocinadores y el estatus migratorio de estos últimos.
Si bien apoyamos el cuidado humano y el tratamiento para aquellas personas que fueron ubicadas dentro de nuestro estado, ese cuidado debe ser a través de recursos privados y no financiados por los contribuyentes
, señalaron en su carta a la secretaria de Salud y Servicios Humanos, Sylvia Burwell.
Yo estoy un poco decepcionado de que la difícil situación de estos jóvenes se politizó
, dijo el activista José Soto.
El gobierno federal ha enviado a las autoridades de diversas ciudades del país solicitudes para albergar temporalmente a niños migrantes centroamericanos, lo que no siempre es aceptado.
El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, se mostró dispuesto a albergar a los niños indocumentados no acompañados que son detenidos tras cruzar la frontera. Son niños... Vamos a conseguirles un lugar seguro y vamos a conseguirles la representación legal
que necesitan, dijo Garcetti, de acuerdo con Politico Magazine.
La administración federal trata de lidiar con la llegada en los pasados ocho meses de más de 57 mil niños indocumentados no acompañados, la mayoría procedentes de El Salvador, Honduras y Guatemala.
El gobierno de Maryland trabaja para encontrar albergue temporal en el estado para ayudar a los niños. El gobernador Martin O’Malley, un demócrata que pondera presentarse a las elecciones presidenciales de 2016, expresó durante una reunión el viernes de la Asociación Nacional de Gobernadores en Nashville, Tenesí, que no somos un país que deba rechazar a niños y enviarlos de regreso a una muerte segura
.
La posición de Garcetti, de O’Malley e incluso de la arquidiócesis de Chicago, que se declaró dispuesta a ayudar a los menores, contrasta con la oposición de muchos políticos que se niegan a albergar a los niños, como el congresista republicano Ducan Hunter o los alcaldes de las localidades de Escondido y Murrieta, en California.
Las autoridades del estado de Connecticut también rechazaron la solicitud federal, mientras el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, dijo que está sopesando el pedido.
Mientras, en Oracle, Arizona, un grupo de manifestantes esperaba el arribo de un autobús con niños inmigrantes, con pancartas que rezaban “Return to Sender” (Devolver al remitente). El camión con los centroamericanos nunca llegó, pero durante la protesta empujaron a un grupo de mariachis.
De acuerdo con una encuesta que realizaron The Washington Post y la cadena ABC, 58 por ciento de los estadunidenses desaprueban la manera en que Obama y los republicanos del Congreso manejan la emergencia de los menores inmigrantes, mientras 35 por ciento la aprobó. Estos resultados significan un revés político para el mandatario, quien ha buscado presentarse ante la opinión pública como el promotor en jefe de la reforma migratoria.
Asimismo, uno de cada seis estadunidenses cree que la migración es el problema más acuciante que enfrenta el país, de acuerdo con una encuesta de Gallup.
Mientras, el presidente Obama insistió a legisladores latinos para que aprueben fonodos para atender la crisis humana.