Fortaleza, Brasil, 16 de julio.

Hay una diferencia esencial entre el nuevo banco de desarrollo de los BRICS, cuya creación fue anunciada el martes, e instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, a las que busca complementar, dice Guido Mantega, ministro de Finanzas de Brasil. En el nuevo banco, ninguno de los países tiene poder de veto, como sí lo tienen Estados Unidos y Europa en los organismos financieros multilaterales, apunta. Estamos planteando un banco con una gestión bastante democrática, afirma.

La Sexta cumbre de los BRICS, que agrupa a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, aprobó el martes la creación de un banco de desarrollo para financiar proyectos de infraestructura en los países del bloque, con un capital de hasta 100 mil millones de dólares. Los primeros 50 mil millones serán aportados a partes iguales por cada uno de los miembros fundadores. A la par, el bloque acordó la creación de un fondo de reserva de divisas, también por 100 mil millones de dólares, para afrontar crisis financieras.

La primera de las instituciones BRICS se moverá en el terreno que lo hace desde hace más de seis décadas el Banco Mundial y la segunda en el campo de acción del Fondo Monetario Internacional, instituciones multilaterales que nacieron de los arreglos políticos posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Ambos, el Banco Mundial y el Fondo, son controlados de hecho por Estados Unidos y los países económicamente más poderosos de Europa, que tiene la mayoría de votos en los órganos de decisión.

El presidente del Banco Mundial siempre ha sido un estadunidense y el director gerente del FMI un europeo, una práctica cuestionada por los países en desarrollo –incluido México, que en la reciente elección en el Fondo presentó la candidatura del gobernador del Banco de México, Agustín Carstens–, que reclaman un poder de decisión acorde con su peso en la economía mundial.

Los BRICS contribuyeron con la mitad del crecimiento de la economía mundial en los años posteriores a la crisis de 2008-2009 y elevaron a 21 por ciento su participación en el producto interno bruto mundial, más del doble del que tenían a inicio de este siglo.

Es a esa realidad a la que el BRICS plantea un cuestionamiento y una propuesta de hacer diferente las cosas en las primeras instancias formales de cooperación que crea después de seis años consecutivos en que sus presidentes se reúnen anualmente, expresa Mantega.

En el banco de los BRICS los cinco países tenemos un poder de decisión igual, dice. Lo importante es el control accionario y en este caso nadie lo tiene, está dividido por igual entre los cinco miembros. Por tanto los cinco países están representados en igualdad en los distintos consejos y órganos de dirección, añade.

El nuevo banco de desarrollo de los BRICS tendrá una presidencia rotatoria entre los cinco miembros y definida desde su creación. Esto marca una diferencia con lo que ocurre en el Banco Mindial y en el FMI, donde está predefinido quién va a asumir el mando: siempre un estadunidense, en el primer caso, y un europeo en el segundo. Aquí tenemos establecido quién va a estar al frente, pero más importante aún es el que el mando va a ser ejercido por un consejo en el que participan en igualdad los cinco miembros, explica.

En el banco de desarollo de los BRICS habrá tres órganos de decisión y dirección: un consejo de ministros o gobernadores, que tomará las decisiones de carácter político, explicó Mantega. Después, un consejo de administración, que definirá estrategias; y un consejo de dirección que evaluará y ejecutará los proyectos. El primer consejo de gobernadores será presidido por Rusia; el primer presidente del consejo de administración será un brasileño y el director en el arranque será nombrado por India. La estructura de poder está muy bien definida y es democrática para los cinco miembros, dice Mantega.

El nuevo banco tendrá un capital de 100 mil millones de pesos que se puede multiplicar por varias veces al momento de financiar proyectos, explica, tal como lo hacen los bancos privados.

Usualmente, y con base en reglas internacionales, un banco sólo compromete una décima parte de su capital para otorgar préstamos. El resto, corresponde a recursos que obtiene en los mercados mediante la emisión de bonos, una práctica a la que el nuevo banco de los BRICS también recurrirá, explica el ministro brasileño.

Vamos a empezar con fondos propios para financiar proyectos, después recurriremos a los mercados para obtener recursos prestables. El banco de los BRICS será una institución importante, que se sumará a otros bancos de desarrollo nacionales o regionales que ya existen.