Zacatecas, Zac., 16 de julio.

El binomio creador de El Carretón del Desierto, la artista polaca Kasia Sek y el español Jaime Hevia, junto con sus más de 40 marionetas y personajes, además del burro pinto Pascualito, llegaron ya al sur de Durango, en su periplo que iniciaron hace más de un mes en Sierra Hermosa, municipio de Villa de Cos, en el semidesierto norte de Zacatecas, rumbo a Chihuahua.

“Estamos entrando al estado de Durango, nos dirigimos rumbo norte serpenteando por la rancherada en las colindancias de Mazapil (Zacatecas), Durango y Coahuila”, confirma vía Internet el acróbata Jaime Hevia, contento por lae solidaridad y apoyo que siguen recibiendo de artistas y habitantes del país, tras la publicación de su historia, en las páginas de la La Jornada el pasado 3 de junio.

Hace una década, la pareja se trasladó a México y tras varios años de recorrer el país, se asentó aquí, explicó entonces Jaime Hevia, porque nos fascinó el Altiplano mexicano, porque se ven cosas aquí que son el fin de una época, no sólo aquí, sino en muchas partes del mundo.

Entonces surgió entre Kasia y Jaime la idea de montar el espectáculo trashumante, con sketch de teatro guiñol, baile, música y malabares.

Las cosas se fueron dando hasta formalizar su show hace cuatro años, en Santa Gertrudis, perteneciente al municipio de Charcas, en San Luis Potosí.

Comenzamos en esta condición, en una aventura un poco quijotesca, viajando de pueblo en pueblo, de aldea en aldea. Empezamos a pie, caminando desde el municipio de Charcas, con una marioneta en la mochila, y vimos que era viable esto.

Pero las largas distancias que había que recorrer con el sol a plomo y su pesada carga de títeres y vestuario los obligó a pensar en un carretón, y poco a poco lo logramos; un herrero les ayudó a construirlo. Y así armaron su carretón de tracción animal, conformado por dos caballos: El Pinto Pérez y el Alazán Lucero, así como el burro Pascualito, que es la estrella de El Carretón del Desierto.

Anuncian video

Ahora desde el sur de Durango, Hevia narra las largas distancias que recorren él y Kasia con su pequeña compañía por caminos rurales y lugares recónditos, donde la mayoría de las veces no hay señal de teléfono, menos de Internet. Reflexiona que “parece mentira que los tiempos difieran tanto del contexto urbano al de la rancherada”.

En las condiciones y en el contexto que nos movemos, Internet se nos hace inaccesible, así es que una persona en España está atendiendo nuestros correos de la web, y más o menos cada 15 días hablamos por teléfono.

Hevia informa a La Jornada que, a raíz de la difusión de su historia, los buscó el documentalista Jorge Prior, quien, dijo, parece ser que dentro de un mes y medio se encontrará con nosotros, para hacer un video sobre El Carretón del Desierto.

“Entramos a Durango, nos dirigimos al norte serpenteando por la rancherada en las colindancias de Mazapil, Durango y Coahuila. La intención es llegar al sur de Chihuahua (municipio de Julimes)”.

En el viaje habrá un gran escollo. Aproximadamente en un mes, señala Hevia, llegando al municipio de Viesca, Coahuila, El Carretón se encontrará con el fin de los caminos del Altiplano, donde las autovías de cuota, las vallas federales y la Zona del Silencio, serán un impedimento para llegar a Chihuahua por nuestros medios. Ahí sólo hay desierto, sin ranchos ni comunidades intercomunicados por caminos rurales, que son las vías por las que ellos transitan.

Estas dificultades, aclara, los obligan a solicitar a la población y teatreros del país su apoyo, para conseguir un tráiler que les brinde aventón. Intentamos gestionar quién nos apoye con un transporte ganadero desde el tramo de Viesca (Coahuila) hasta Hércules (municipio de Julimes, Chihuahua).

Cualquier persona que pudiera ayudarlos, puede enviar un mensaje a la página electrónica.