Pachuca, Hgo., 13 de julio.

A bordo de La Bestia o en autobuses, decenas de migrantes centroamericanos atraviesan el territorio hidalguense con destino al sueño americano, viaje que se ve frustrado al ser atracados por bandas que operan en la parte sur del Valle del Mezquital. También pueden ser abandonados a su suerte en hoteles de la Huasteca.

Guatemaltecos, hondureños y salvadoreños esperan enfermos, sedientos y hambrientos el paso de los trenes El Chatarrero, La Bestia o El Diablo, tras una escala en la antigua Casa de los Pobres, hoy conocida como Casa del Migrante, fundada el 6 enero de 2009 en la comunidad Bojay, municipio de Atitalaquia. Confían llegar a Querétaro y de ahí seguir hacia la frontera norte.

Otros prefieren aventurar el viaje por autobús y en algunos casos los polleros terminan por abandonarlos en la terminal de autobuses de Pachuca o en hoteles de Huejutla.

Ni sobre ruedas ni sobre rieles los migrantes centroamericanos tienen asegurado el libre el paso por Hidalgo hacia el norte del país. Una noche de junio de 2009, según testimonio de Luisa Silverio Cruz, religiosa que asiste a los indocumentados en la Casa del Migrante, un grupo de centroamericanos fueron levantados por una banda de delincuentes que se hicieron pasar por policías.

Esa noche, dijo, migrantes que dormían fueron obligados a ponerse de pie y de frente a la pared los golpearon y se los llevaron, dejándolos abandonados a la orilla de un canal de aguas negras.

Hoteles y terminales de autobuses se han convertido en el último año en centros de detención de indocumentados; en febrero pasado la policía estatal aseguró a 34 que fueron abandonados por su coyote en el hotel Los Mangos, de Huejutla, en la región de la Huasteca hidalguense.

El 27 de mayo de 2013 fueron detenidos en la central camionera 47 indocumentados centroamericanos cuando abordaban el autobús que los conduciría de Huejutla a Reynosa y luego a Estados Unidos.

Días después, el 18 de junio de 2013, otros 54 centroamericanos fueron detenidos en el mismo sitio cuando intentaban seguir la ruta Huejutla-Reynosa.