Cada mes, unos 2 mil migrantes centroamericanos pasan por ese municipio mexiquense
Enfermedades, inseguridad y accidentes al caer de La Bestia son constantes en este tramo
Lunes 14 de julio de 2014, p. 5
Huehuetoca. Méx., 13 de julio.
Cada mes, unos 2 mil migrantes centroamericanos recorren a pie o en ferrocarril más de 30 kilómetros de líneas férreas de los municipios de Tultitlán, Cuautitlán, Coyotepec y Huehuetoca, trayectoria donde el mayor peligro son la inseguridad y los accidentes al caer del tren.
Renato Méndez Esquivel, jefe del Departamento de Atención a Migrantes, de la Comisión de Derechos Humanos mexiquense (Codhem), proporcionó una estadística que advierte que a pesar de la inseguridad o falta de dinero para comprar provisiones, una minoría desiste de seguir su camino.
El funcionario expuso que durante 2013, 148 centroamericanos solicitaron el apoyo de la Codhem para realizar su repatriación voluntaria. Cien de ellos eran de Honduras, 11 de Guatemala, 36 de El Salvador y uno de Nicaragua. En el primer semestre de 2014, el organismo promovió el retorno asistido de 59 migrantes: 41 de Honduras, 9 de Guatemala y 9 de El Salvador.
Méndez Esquivel indicó que en recorridos por la ruta migratoria personal de la Codhem encuentra grupos de indocumentados que enfrentan problemas de salud por gripe, lesiones en pies, deshidratación, desnutrición y agotamiento físico.
A su vez, Jorge Galván Domínguez, director del hospital Vicente Villada, de la Secretaría de Salud estatal, expuso que en promedio cada mes ingresan al área de urgencias dos migrantes que caen del tren e incluso sufren amputaciones.
Indicó que al momento en el nosocomio se atiende a tres personas que cayeron del tren. ‘‘Todos los amputados son jóvenes, habitualmente entre los 20 y 35 años de edad. Nos toca atenderlos y notificamos al Instituto Nacional de Migración (INM) para que valore su regreso a sus países de origen’’, expuso.
Uno de los jóvenes centroamericanos que sufrió amputación narra su calvario: ‘‘Mis pies se congelaron, me quise levantar pero me desmayé y caí del tren; la rueda agarró mi pie derecho, me lo deshizo y lo amputaron’’.
Luis Fernando Carranza Cruz, migrante de 18 años de edad, originario de Guatemala, fue internado en el hospital Vicente Villada, ubicado en Cuautitlán. El pasado primero de junio, Luis Fernando llegó al estado de México montado en el vagón del tren. Ese día tuvo el accidente e ingresó al nosocomio debido a que su pie derecho fue prensado. Personal médico le amputó de la rodilla hacia abajo.
Luis Fernando comentó que tenía dos semanas de no probar alimento y no tomar agua. Viajó en tren desde el sur del país. En Lechería, en el municipio de Tultitlan, fue donde tuvo el accidente. El joven dijo ser originario del departamento de Chiquimula y truncó sus estudios de ciencias y letras para viajar indocumentado e internarse en Estados Unidos para trabajar, sostener a su familia y pagar los estudios de su hermano menor.
Organismos sociales como Movimiento Migrante Mesoamericano han destacado que con el cierre de la Casa del Migrante San Juan Diego, que se localizaba en Lechería, y su reubicación a 30 kilómetros, en Huehuetoca, aumentaron las condiciones de inseguridad para los viajeros.
El refugio atiende entre 80 y 300 indocumentados por día, pero cientos de ellos quedan dispersos en el tramo de 30 kilómetros de Tultitlán a Huehuetoca.