Washington, 30 de junio.

El presidente Barack Obama solicitó hoy al Congreso poderes adicionales para enviar de regreso a los niños indocumentados que han estado entrando a Estados Unidos en grandes cantidades sin compañía de adultos. Además advirtió que ya no esperará que los representantes republicanos actúen sobre el tema y que tomará medidas por su cuenta para hacer cambios de políticas, luego de que su líder en la cámara baja, John Boehner, le informó que no se votará una reforma migratoria este año.

Tomo medidas ejecutivas sólo cuando tenemos un problema grave y el Congreso decide no hacer nada, declaró Obama. Aseveró que decidió soslayar al Congreso después de que Boehner le dijo la semana pasada que no se votará la iniciativa este año.

Boehner respondió que es triste y decepcionante que el presidente no vaya a trabajar con nosotros a la hora de reparar nuestro sistema de migración roto y que, en cambio, intente actuar sólo con órdenes ejecutivas que no pueden y no van a arreglar esos problemas.

Consideró que son precisamente las órdenes ejecutivas del pasado las que han llevado directamente a la crisis humana en la frontera sur, dando falsas esperanzas a los niños y sus familias de que pueden entrar ilegalmente en el país y quedarse.

Un asesor legislativo dijo que Obama y Boehner hablaron en privado antes de un acto en la Casa Blanca la semana pasada. En la charla, el mandatario recibió a los golfistas estadunidenses que ganaron la Copa Presidentes del año pasado.

El gobernante dijo que hay suficientes republicanos y demócratas en la Cámara de Representantes para aprobar hoy una iniciativa migratoria, y que él la promulgaría.

Agregó que ha esperado más de un año para dar a Boehner espacio para actuar.

En una carta enviada a dirigentes legislativos, Obama solicita además mayores castigos para quienes trafiquen con migrantes vulnerables, como los niños. La misiva es el más reciente paso de la presidencia para lidiar con una situación que ha calificado de crisis humana, tras la detención de más de 52 mil menores que han tratado de ingresar a Estados Unidos desde octubre pasado.

El mandatario demócrata también pidió fondos de emergencia para una estrategia activa enfocada en el retiro y repatriación de los que han cruzado la frontera recientemente. A pesar de que la prensa estadunidense reportó el fin de semana que solicitaría 2 mil millones de dólares al Congreso, en su carta a los líderes de ambas cámaras no da ninguna cifra sobre cuánto dinero necesitará para encarar esa crisis.

La misiva de Obama asienta que se propone cumplir con nuestra responsabilidad legal y moral de asegurarnos de que cuidamos apropiadamente de niños no acompañados que son aprehendidos, al tiempo que damos pasos activos para aumentar nuestros recursos en la frontera sudoccidental para disuadir a adultos e infantes de esa peligrosa travesía, incrementar la capacidad para la detención y deportación y devolver rápidamente a los migrantes ilegales a sus países de origen, escribió Obama.

La Patrulla Fronteriza en Texas se ha visto abrumada desde hace meses por un flujo de niños no acompañados por adultos y padres que viajan desde Honduras, Guatemala y El Salvador. A diferencia de los mexicanos arrestados tras ingresar ilegalmente a Estados Unidos, los procedentes de Centroamérica no pueden ser regresados fácilmente a sus naciones.

Grupos de defensa de los migrantes, exasperados ya por la ausencia de acciones ejecutivas de Obama para reducir los niveles récord de deportaciones, fustigaron de inmediato la nueva decisión.

El presidente Obama pide al Congreso que cambie la ley para permitir al gobierno infligir deportaciones aceleradas a niños que viajan por su cuenta. Eso es simplemente irrazonable, manifestó Leslie A. Holman, presidente de la Asociación de Abogados Estadunidenses. Señaló que son infantes que huyen de la violencia y que la solicitud contradice los valores fundamentales de esta nación.

En cuanto a su diferendo con los republicanos y a que ahora actuará por su cuenta, Obama explicó que pondrá énfasis en la vigilancia de la frontera con México, donde se ha visto un aumento del número de niños centroamericanos que entran indocumentados al país.

Ese anuncio, en cambio, fue elogiado por otros grupos, como el de Sue Chinn, director nacional de campaña de la organización pro migrante Alianza para la Ciudadanía, al considerar que el mensaje de Obama, de que va a utilizar sus poderes ejecutivos en materia migratoria, ha mostrado que “el mandatario –como nosotros– está frustrado y ha perdido la paciencia con los republicanos.

Pedimos al presidente que actúe lo antes posible y ayude a los aspirantes a estadunidenses a quedarse, vivir y trabajar en este país que llaman hogar, añadió Chinn.

El secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, anunció que el gobierno federal enviará otros 150 agentes de la patrulla fronteriza y más recursos para frenar la alta afluencia de indocumentados en la frontera.

En tanto, un cadáver hallado este mes en el campo, cerca de la frontera, es aparentemente de un niño guatemalteco de 11 años, quien viajaba sin acompañantes adultos, señalaron autoridades del departamento de policía del sur de Texas. Este lunes se identificó el cadáver en descomposición como de Gilberto Francisco Ramos Juárez.