Con José Manuel Mireles a la cabeza se instalan a 15 kilómetros de Lázaro Cárdenas
Persisten en el estado de Michoacán extorsiones, secuestros y otros delitos, expresa el médico
Viernes 27 de junio de 2014, p. 3
Un mes y medio después de su muerte oficial, las autodefensas michoacanas avanzan, y otra vez sin la bendición del gobierno. Ayer, unos 300 hombres armados, con el médico José Manuel Mireles a la cabeza, tomaron La Mira, poblado de ubicación estratégica dado que es la puerta de entrada tanto al puerto de Lázaro Cárdenas como a la carretera que conduce a los municipios de Arteaga y Tumbiscatío, ambos bastiones del único ‘‘objetivo de alto valor’’ que sigue libre: Servando Gómez, La Tuta.
En esta acción el médico fue apoyado por los grupos de autodefensa de Aquila, Coahuayana y Chinicuila, que dominan la costa de la entidad.
Una vez instalado en La Mira, Mireles conversó largamente con habitantes del lugar que se acercaron para saludarlo y por la tarde encabezó una asamblea popular. En dicha reunión se acordó que este viernes quedará integrado el consejo ciudadano que estaría al mando de la autodefensa local.
Afirmó que las extorsiones, los secuestros y otros delitos continúan en el estado, como lo prueba el caso de Santiago Moreno, policía de la fuerza rural asesinado la semana pasada junto con su esposa y sus tres hijos menores de edad.
En diálogo con pobladores de La Mira, el médico michoacano dijo que se enteraron del ataque y de inmediato se organizaron para ir en su ayuda. Sin embargo, elementos del Ejército les impidieron el paso porque iban armados. ‘‘¿Sabes cuál fue el excelente trabajo de los soldados? Tomarles fotos a las placas de nuestros carros’’.
Mireles rechazó admitir que Moreno era un ex templario arrepentido. ‘‘Lo que sé es que desde que empezó el movimiento él se puso a las órdenes del pueblo y siempre iba al frente. En el enfrentamiento de Aguililla, Santiago me salvó la vida, y en Tancítaro la camioneta en la que viajaba fue la primera en recibir granadazos’’.
Por presión del gobierno Moreno había dejado de usar la camioneta blindada que llevó a los choques con Los caballeros templarios, según Mireles.
Al filo de las 11 de la mañana, según reportaron pobladores, unos cinco vehículos militares arribaron al lugar y sus ocupantes ‘‘convivieron’’ durante un rato con las autodefensas para luego retirarse.
Poco antes, Mireles insistía: ‘‘No queremos chingadazos con el gobierno, no tenemos ninguna intención de confrontarnos, pero si no quiere ayudarnos, que no estorbe’’.
Las autodefensas uniformadas (pertenecientes a la fuerza rudal) respondieron en voz de su vocero, Estanislao Beltrán, Papá Pitufo, quien en una entrevista con el sitio Grillonautas sugirió que ‘‘el gobierno debe actuar’’ contra quienes tomaron La Mira, pues se trata de ‘‘criminales’’, de gente que tiene ‘‘intereses particulares’’ y que busca ‘‘quedarse con el puerto (Lázaro Cárdenas) para manejarlo a su antojo’’.
Según Beltrán, los hombres que acompañan a Mireles ‘‘están expulsados del movimiento de autodefensas. Son los de Caleta de Campos, los que asesinaron a mansalva a cinco personas’’, dijo en referencia al choque de finales de abril en el poblado de Chuquiapan.
El ex vocero recibe dinero de migrantes: Papá Pitufo
El comandante de la fuerza rural acusó a Mireles de recibir dinero que los paisanos que radican en Estados Unidos dan ‘‘de buena fe’’ y usarlo sólo para su beneficio personal.
Beltrán estuvo al menos dos veces en La Mira antes de que fueran detenidos los 155 ‘‘falsos autodefensas’’: él mismo los había organizado. Por cierto, en esas visitas le molestaba que habitantes de este lugar le hicieran insistentemente una pregunta: ‘‘¿Y cuándo viene Mireles?’’