El próximo presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Jaime Urrutia Fucugauchi, tiene claro que para concretar los desafíos que enfrenta el sector de ciencia, tecnología e innovación (CTI) en el país la clave será la cooperación entre todos los actores involucrados.

Según esa premisa, el próximo jueves el científico del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México tomará posesión del cargo para el periodo 2014-2017, durante la ceremonia de inicio del año académico de este organismo.

En entrevista con La Jornada, Urrutia Fucugauchi consideró que una vez que se ha sensibilizado a los poderes Ejecutivo y Legislativo acerca de la importancia de inyectar más recursos al sector, lo que se tradujo que en 2014 se incrementara el presupuesto en este rubro, el siguiente paso es incidir entre los representantes de la iniciativa privada para que, por fin, apuesten por la CIT y con ello sentar las bases para el desarrollo nacional.

“Hoy tenemos una mayor inversión en CTI y mayor interacción y colaboración con los actores involucrados como las academias (de ciencias, de ingeniería, medicina, entre otras), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la Secretaría de Educación Pública, con la Coordinación de CTI de la Presidencia de la República y con instancias de las entidades federativas.

Por ello, en la AMC debemos generar más coordinación, planeación y un programa estratégico de desarrollo que permita poder avanzar en aquellas iniciativas que requieran de mayor tiempo para trabajar en proyectos ambiciosos. Ese es uno de los proyectos del plan de trabajo.

Urrutia Fucugauchi destacó la necesidad de que el sector empresarial comience a motivarse en participar en CTI. Debemos ir construyéndolo, no podemos esperar que una empresa que no tiene ni siquiera al personal capacitado en innovación y desarrollo tecnológico, de la noche a la mañana construya ese proceso, para tener éxito en esto se requiere de coordinación y planeación y nos corresponde a los académicos aportar ideas para que se concrete. Para el próximo presidente de la AMC no basta anunciar que la iniciativa privada entrará con ímpetu al sector. Para que funcione –dijo– hay que trabajar proyectos que acerquen a todos los sectores, sólo así se conseguirá que la CTI mexicanas sean altamente competitivas en el contexto internacional. Nuestro interés es que con esa suma de esfuerzos estos rubros se conviertan en palanca del desarrollo nacional.

Su programa de trabajo para el siguiente trienio en la AMC atiende tres frentes: el primero en el interior del organismo, donde continuarán programas y motivará la participación de los casi 2 mil 500 miembros en todo el país. La idea es tener una academia incluyente y que los miembros sientan que pueden participar y tener injerencia en la toma de decisiones.

El segundo frente es el sector científico nacional, donde la AMC es uno de los diversos actores junto al Conacyt, el Foro Consultivo Científico y Tecnológico y otras instancias. Tenemos que estrechar aún más la colaboración y, donde se presente la oportunidad, tomar el liderazgo, explicó.

Posteriormente, está un contexto más amplio, donde se debe sumar a las autoridades educativas y a la iniciativa privada con la finalidad de alcanzar un sector científico, de desarrollo tecnológico e innovación mucho más fuerte.

Del contexto internacional, Urrutia Fucugauchi destacó que la Academia Mexicana de Ciencias tiene un papel relevante al ser ejemplo de organismos afines en otros países, incluyendo los desarrollados. Aquí hay que reconocer la labor que han realizado los anteriores consejos directivos por lo que debemos seguir sumando esfuerzos en este nivel.