Washington, 22 de junio.

El presidente estadunidense, Barack Obama, advirtió hoy que la ofensiva de la organización yihadista del Estado Islámico de Irak y Levante (conocido como Isil) en Irak, podría extenderse a algunos países de Medio Oriente, como Jordania o Siria. Mientras, el máximo líder iraní, el ayatola Alí Jamenei manifestó rechazo a una intervención de Estados Unidos en suelo iraquí.

En una entrevista con la cadena CBS, Obama declaró que teme que los militantes tengan un impacto aún más extendido, al tiempo que afirmó que su ideología extrema plantea una amenaza de medio y largo plazo a Estados Unidos.

Ahora mismo el problema con el Isil es que está desestabilizando al país (Irak). Eso podría extenderse a algunos de nuestros aliados, como Jordania. Están involucrados en guerras en Siria, donde podrían acumular más armas, más recursos, indicó.

El mandatario dijo que es importante reconocer que el Isil es sólo una de una serie de organizaciones en las que hay que concentrarse, y recordó las acciones de otros grupos, como Al Qaeda en Yemen y Boko Haram en el norte de África.

El ayatola iraní Alí Jamenei se opone firmemente a cualquier intervención de Estados Unidos en el vecino Irak, informó la agencia oficial de noticias Irna.

Jamenei señaló que Irak tiene la convicción de que el gobierno, el pueblo y los líderes religiosos de ese país son capaces de poner fin a la violencia. Los países occidentales, con Estados Unidos a la cabeza, están detrás de los actos de violencia en Irak, afirmó.

La declaración es la más clara señal de oposición al plan de Estados Unidos de enviar cerca de 300 asesores militares en respuesta a las peticiones del gobierno iraquí, y va contra las especulaciones de que los viejos enemigos Washington y Teherán podrían cooperar para defender a su aliado en Bagdad.

En el terreno, los insurgentes del Isil consolidaron este domingo sus posiciones en el oeste de Irak fronterizo con Siria y conquistaron tres ciudades de la provincia occidental de Al Anbar: Al Qaim, Rawa y Aana.

El ejército informó que se retiró de estas localidades por razones tácticas. Sin embargo, según testigos, los insurgentes controlaban desde el sábado Al Qaim y su puesto fronterizo con Siria.

Fuentes oficiales y médicas reportaron que los insurgentes mataron a 21 responsables locales entre el sábado y el domingo en Rawa y Aana.

Estas localidades están cerca de la carretera que une Siria con la provincia iraquí de Al Anbar, en la que los insurgentes ya tomaron en enero Faluja, al oeste de Bagdad, y de sectores de Ramadi, la capital de la provincia.

Desde el principio de su ofensiva el 9 de junio, los insurgentes han tomado Mosul, la segunda ciudad más grande del país, gran parte de la provincia de Nínive, y sectores de las provincias de Saladino, Diyala en el este y Kirkuk en el norte. Ahora siguen su avance al oeste.