Pueden trabajar años en ese país sin consecuencias: investigación
Lunes 23 de junio de 2014, p. 19
Washington, 22 de junio.
Miles de niños inmigrantes huyen de la pobreza y la violencia en Centroamérica y cruzan solos a Estados Unidos. Pueden vivir ahí, asistir a las escuelas públicas y, posiblemente, trabajar durante años sin consecuencias.
Las principales razones son el sobrecargado y profundamente fallido sistema de los tribunales de inmigración y una ley de 2002 que está destinada a proteger el bienestar de los niños.
El incremento en el número de niños inmigrantes se ha dado también porque en Honduras, Guatemala y El Salvador se sabe que los menores de edad que hacen el peligroso viaje pueden permanecer de manera efectiva en Estados Unidos durante años antes de enfrentar un moderado riesgo de deportación.
El gobierno del presidente Barack Obama calcula que para finales del actual año fiscal, en septiembre, habrá detenido a 90 mil menores que que intentan cruzar solos sin autorización desde la frontera con México. El año pasado, el gobierno regresó menos de 2 mil menores a sus países.
El gobierno ha solicitado al Congreso que se destinen 2 mil millones de dólares para hacer frente a esta situación.
(Los menores) casi nunca regresan a su casa
, indicó Gary Mead, quien hasta el año pasado era director de la oficina del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, responsable de encontrar y desalojar a personas que viven sin autorización en el país. No es un proceso que al final termine con resoluciones sencillas y claras
, agregó.
La situación se percibe ampliamente como una crisis humana en la frontera.
El sistema está tan rebasado por el problema que se ha alojado a los menores en instalaciones de la Patrulla Fronteriza mal equipadas para hacerse cargo de ellos.
El gobierno solicitó al ejército que abra albergues temporales en Texas, Oklahoma y California.
Funcionarios estadunidenses, como el secretario de Seguridad Nacional, el director del consejo de política interna de la Casa Blanca y el comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza, consideran que el aumento del número de cruces fronterizos se debe a las preocupaciones de las familias inmigrantes por la educación, el empleo y la seguridad personal.
Hasta hace muy poco tiempo las autoridades reconocieron que también podía deberse a la percepción de que se permitiría quedarse a estos menores o que el Congreso flexibilizaría pronto las leyes federales de inmigración, lo que es muy improbable.
De acuerdo con una investigación basada en entrevistas, documentos judiciales e información federal, esas percepciones son entendibles debido a un sistema que no funciona en Estados Unidos.
Esta desinformación hace que algunas personas que están en una situación bastante desesperada arriesguen la vida para venir a la frontera de Estados Unidos con la expectativa de que podrán quedarse en el país. Eso simplemente no es verdad
, declaró el viernes el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
Elmer Antúnez Barahona, de 17 años, salió de Honduras el año pasado para reunirse con su madre, quien viajó a Estados Unidos cuando él tenía cuatro años. Fue detenido en Texas y pasó casi un mes bajo custodia del gobierno antes de reunirse con su madre en Virginia el verano pasado, dijo su abogado Víctor Cuco.
Todos los inmigrantes que cruzan la frontera de manera ilegal son sujetos a deportación.
El sistema de tribunales de inmigración tiene unos 30 mil casos pendientes debido al aumento más reciente.