Brasilia, 22 de junio

Un Brasil cuestionado por las mediocres actuaciones ofrecidas en lo que va del Mundial buscará este lunes el pase a los octavos de final ante un Camerún ya eliminado.

Pese a que es el anfitrión y a que ganó los seis duelos mundialistas librados con equipos africanos desde Alemania 1974, los jugadores del equipo pentacampeón encaran con inusual cautela el choque en el Estadio Nacional Mané Garrincha.

Será un partido muy difícil, porque el rival no enfrenta ninguna presión. Está eliminado y estará enfrentando a Brasil en Brasil. Toda la presión estará sobre nosotros, argumentó el lateral derecho Dani Alves.

Por primera vez desde Argentina 1978, Brasil llega al tercer partido de la fase de grupos de un Mundial sin tener asegurada su clasificación.

Para lograr el pase a octavos sin depender del resultado del choque Croacia-México, que se librará en el mismo momento en Recife, los anfitriones necesitan al menos un empate.

Y para cumplir el objetivo de avanzar como primeros del grupo y disipar la insatisfacción de su afición por el desempeño de la selección, requieren una victoria convincente y amplia.

Alves, sin embargo, aseguró que al equipo no le preocupan las críticas de los hinchas y de los analistas deportivos, y que el principal objetivo del grupo no es encantar ni vencer por goleada. Queremos resultados. Si podemos unir un buen futbol al resultado, mucho mejor, pero en el futbol, la gente sólo recuerda a los campeones, afirmó.

Para los brasileños, el choque con Camerún podría convertirse en un partido de riesgo: Ellos vienen con el orgullo herido, con ganas de derrotar a Brasil, lo que sería como un título para ellos, argumentó el zaguero David Luiz.

Camerún, a su vez, llega al partido como un equipo golpeado y dividido, como quedó evidente en la pelea entre Benoit Assou-Ekotto y Benjamin Moukandjo después de sufrir la goleada de 4-0 ante Croacia, el encuentro jugado en Manaos que selló la eliminación de los africanos de Brasil 2014.

Los brasileños temen el estilo de juego fuerte de Camerún, en especial porque tres de sus principales titulares –el astro Neymar, el capitán y zaguero Thiago Silva y el volante Luiz Gustavo– ya recibieron tarjetas amarillas y, si vuelven a ser amonestados, quedarán excluidos del eventual partido de octavos ante Holanda o Chile.