Poca participación política y desconfianza a los demás y a las autoridades, son algunas de las características de los mexicanos, según un estudio del Instituto Nacional Electoral (INE) sobre el estado que guarda la ciudadanía frente a la democracia y que presentará el próximo lunes.

Intitulado Informe país sobre la calidad de la ciudadanía en México, el análisis fue encargado por el extinto Instituto Federal Electoral, antecesor del INE, y en su elaboración participó El Colegio de México.

Entre las cifras que contiene, destaca que sólo 27 por ciento de las personas que encuestaron para integrar el documento, declaró confiar en la mayoría de la gente, mientras el resto señaló lo contrario.

Por lo que hace a la confianza en las instituciones, el estudio coloca al Ejército como la entidad que posee el nivel más alto de credibilidad entre la ciudadanía, mientras los diputados, los partidos políticos, los policías y los jueces se encuentran en los escalones más bajos.

El análisis reporta una baja participación de la población en actividades políticas, como son manifestaciones de protesta, huelgas, suscripción de peticiones o colaborar con algún partido. Así por ejemplo, menos de uno de cada 10 de los entrevistados aseguró haber presentado o firmado una demanda.

Este valor aunque está por debajo de lo que se registra en Canadá o Gran Bretaña, es parecido al de las democracias latinoamericanas y la estadounidense, añade.

Considera que muy probablemente una de las razones por las cuales la participación política es limitada en México, tiene que ver con la desconfianza y la desvinculación de los ciudadanos entre sí y entre la población y el gobierno.

Por un lado, afirma, los mexicanos no se siente representados y no creen en los actores clave de la democracia, ni en las instituciones teóricamente más cercanas y visibles del Estado, como son los partidos políticos, los diputados y la policía.

Por otra parte, la desvinculación de la ciudadanía se comprueba por la baja pertenencia a asociaciones; 46 por ciento reporta nunca haber formado parte de una organización de ningún tipo.

El estudio establece que el correcto funcionamiento de un sistema democrático depende del acuerdo y del apoyo ciudadano, y en consecuencia, requiere un clima de confianza social y de cooperación.