Oaxaca, Oax., 14 de junio.

Tras un enfrentamiento ocurrido el miércoles pasado entre pobladores y policías que intentaron ejecutar 20 órdenes de aprehensión, el cual dejó un saldo de ocho muertos, un total de 180 personas de todas las edades abandonaron San Juan Cotzocón, en la Sierra Norte de Oaxaca, y se refugiaron en comunidades aledañas, así como en la capital del estado.

El éxodo comenzó la tarde del viernes tras la apertura del camino por la policía estatal, que permanece en la comunidad.

Del total de quienes buscan amparo, 80 viajaron cerca de 175 kilómetros, llegaron a la capital del estado la madrugada de este sábado y se refugiaron en la sede de la Defensoría de los Derechos Humanos de los Pueblos de Oaxaca, que les proporcionó su auditorio mientras encuentran un sitio o regresan a su comunidad con protección.

Los refugiados pasan el día sobre colchonetas, bajo un árbol o en una banca; las mujeres lloran por lo ocurrido en Cotzocón. La defensoría ha dispuesto comida y agua para ellos.

Preferimos salvar la vida y dejar todo lo material, dijo Ernesto Remigio Rafael, quien aseveró que la huida se debe al temor de ser asesinados por seguidores del autonombrado presidente municipal de Cotzocón, Gorgonio Tomás Mateos.

Nunca hubo un plan, sólo pensaron en salir ante el constante acoso que han vivido en los seis meses recientes por los seguidores de Tomás Mateos, dijo Remigio Rafael, quien precisó que otros 100 pobladores se refugiaron en comunidades aledañas a San Juan Cotzocón, municipio habitado por indígenas mixes en la sierra norte del estado.

Tras el fallido operativo de la Secretaría de Seguridad Pública en que perdieron la vida dos policías estatales, dos agentes de investigación, tres seguidores de Mateos y uno del ex candidato a la presidencia municipal Juan Eliel Inocente Hernández, en la comunidad se vive un terror aún mayor al que ya sentían, aseguró Remigio Rafael.

El miedo, explicó, se debe a que el día que la policía incursionó en la comunidad no pudo detener a Gorgonio Tomás, autor intelectual del conflicto.

El problema comenzó cuando Tomás Mateos perdió las elecciones por usos y costumbres para ser presidente municipal, desconoció el triunfo de Jaime Regino Patricio, y al frente de un grupo de hombres armados se apoderó del palacio municipal en diciembre pasado.

Las autoridades no impidieron esta acción, lo que dejó en la indefensión a los habitantes de la cabecera municipal. A partir del 18 de mayo, recordó Remigio Rafael, sus simpatizantes cerraron los caminos y nadie pudo abandonar el pueblo sin el consentimiento de Tomás Mateos; encarcelaron a sus opositores, a quienes cobraba más de 5 mil pesos para liberarlos, cobró impuestos con cualquier pretexto, prohibió comprar víveres y cometió acoso sexual.