La furia roja convirtió un polémico penal que cobró Costa, abucheado todo el tiempo
Si la selección hispana quiere avanzar está obligada a vencer a Chile y Australia
Sábado 14 de junio de 2014, p. a17
Salvador, 13 de junio.
La selección holandesa arrasó 5-1 a una desconocida España, que mostró poco y nada de las virtudes que la llevaron a la conquista de la Copa del Mundo hace cuatro años.
Los dobletes de Robin van Persie y Arjen Robben, más el tanto de Stefan de Vrij, remontaron el gol inicial de Xabi Alonso, que transformó un dudoso penal cometido sobre Diego Costa, constantemente abucheado e insultado por la afición local, que no le perdona su decisión de renunciar a Brasil para jugar por la furia roja.
Los españoles iniciaron con una derrota su andadura en el Mundial de 2014, como lo hizo en Sudáfrica 2010 frente a Suiza. Y, por la goleada recibida –la peor de su historia tras el 6-1 en el Mundial de Brasil 1950 contra el anfitrión–, deberá vencer obligatoriamente a Chile y Australia, que completan el grupo B, si desea avanzar a la siguiente ronda.
Hispanos y holandeses, finalistas del anterior Mundial, brindaron un inicio de partido trabado, duro por momentos en el centro del campo, y muy táctico por ambos, más preocupados en no recibir anotación que en hacerlo.
La poblada defensa naranja de cinco hombres adelantados dificultó mucho la habitual circulación de balón de Xavi Hernández, Andrés Iniesta y David Silva. España intentó sorprender con algún balón al espacio para Costa.
Mediado el primer tiempo, la furia roja tomó las riendas del partido. Xavi y Silva, expertos en el juego entre líneas, empezaron a encontrar con facilidad a Costa. En una primera oportunidad, el artillero no acertó a disparar, y en la segunda su zapatazo salió desviado.
A la tercera, el mismo Costa dribló a De Vrij y dejó muerta la pierna con picardía para forzar el derribo del defensa holandés. El árbitro Nicola Rizzoli cayó en el engaño y decretó penal. Alonso lo convirtió al minuto 27.
El gol espoleó a la selección española y al borde del descanso Iniesta habilitó a Silva, quien optó por picar la pelota en el mano a mano con el arquero Jasper Cillissen, que logró repeler el balón. A la jugada siguiente llegó el primer error de la frágil defensa hispana.
Daley Blind realizó un envío desde el medio campo para Van Persie, quien batió al arquero Iker Casillas, ligeramente adelantado, con un majestuoso cabezazo al 44.
Tras el descanso, España no fue ni la sombra de lo que un día la condujo a maravillar con sus victorias en la Eurocopa y en el Mundial de Sudáfrica, y dio paso al festival holandés. Lenta, sin ideas y con una gran fragilidad, la furia roja aceptó cinco goles, aunque pudieron ser más.
Robben batió a Casillas a los minutos 53 y 80, tras ganar la espalda a Sergio Ramos y Gerard Piqué, quienes parecían incapaces de entenderse.
De Vrij superó a Iker, quien fue atropellado previamente en un salto en su área, al 64.
Y en el cúmulo de despropósitos que fue España, Casillas perdió el balón en un mal control, circunstancia que aprovechó Van Persie para volver a perforar la portería sin oposición al minuto 72.
La derrota de España es la mayor goleada que ha sufrido un defensor del título Mundial en su debut en toda la historia de la Copa y la quinta que el campeón comienza con derrota la defensa de su corona.
También es la mayor derrota que ha sufrido la furia roja –que hoy salió con vestimenta blanca– en más de medio siglo, ya que la última vez que perdió por una diferencia de tres goles (6-3) fue contra Escocia en 1963. La anterior fue ante Brasil 6-1.
Esta caída complica mucho el futuro de los españoles en la justa brasileña. Deberá ganar a Chile y a Australia para poder aspirar a una de los dos plazas clasificatorias, y si lograra la segunda, tendría que afrontar probablemente un difícil partido de octavos de final contra Brasil, el favorito para ganar el grupo A.