Integrantes del Colectivo #1Dmx admitieron que asistieron al informe de labores 2013 de la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, Perla Gómez, para ejercer una protesta pacífica durante la intervención de Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno de la capital, debido al clima represivo y violatorio que se vive en la ciudad.

En un pronunciamiento, los jóvenes, que fueron detenidos el pasado 1° de diciembre de 2012 durante la toma de protesta como presidente de Enrique Peña Nieto, deslindaron a Nuria Ramírez Lozano de cualquier acusación, porque la compañera de Mario González –preso desde el 2 de octubre– no asistió al acto, lo que no evitó que su lucha, exigencias de justicia y verdad fueran respaldadas por nosotros.

También aclararon que la joven que increpó directamente a Miguel Ángel Mancera al subir al podium no pertenece al Colectivo #1Dmx; hasta ese momento no teníamos el gusto de conocerla, pero reconocemos su derecho a la protesta y su valor para encararlo.

Los jóvenes, que mantienen una relación muy estrecha con la CDHDF, han sostenido diferentes reuniones con el secretario de vinculación estratégica del organismo, David Peña, quien fue su defensor legal al inició de su proceso por las detenciones, señalaron que su protesta no fue una irrupción porque se trataba de un acto de convocatoria abierta.

Pese a las exigencias verbales que hicieron y fueron grabadas, los integrantes del Colectivo #1Dmx manifestaron que luego de escuchar a los oradores y justo en el momento que hablaba el jefe de gobierno, desplegamos pancartas que hacían alusión a las distintas fechas en las que el GDF ha reprimido y violentado la protesta social, siempre en silencio y desde nuestros lugares, denunciando así la vocación represiva que ha tenido este gobierno.

Sin embargo, reconocieron que la presencia de otros colectivos, víctimas y familiares al momento de hacer su manifestación fue apoyada por varios de los asistentes” y para nuestra sorpresa, el lugar se llenó de otras protestas; siendo esto un retrato claro del ambiente de descontento que se vive en la ciudad”.

Los jóvenes aseguraron que como colectivo no pertenecen a grupos anarquistas, por lo cual condenaron la creciente criminalización de esta postura política e ideológica.