La aplicación y cumplimiento del cambio constitucional respecto a la edad mínima para trabajar (pasará de 14 a 15 años) reducirá a la mitad el número de niños que actualmente laboran en el país, y sobre todo tendría beneficio para los cerca de 800 mil que lo hacen en condiciones de riesgo, advirtió el diputado Fernando Salgado Delgado, secretario de acción política de la Confederación de Trabajadores de México (CTM).

A su vez, Thomas Wissing, director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para México y Cuba, advirtió que son cuatro las condiciones esenciales que deben cumplirse en los países a fin de abatir esta problemática, que aquí afecta a más de 3 millones de niños de cinco a 17 años.

En conferencia con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil (12 de junio), planteó la necesidad de garantizar el acceso a la educación con calidad y lograr que los adolescentes la vean como una alternativa real, a fin de asegurar su permanencia en los planteles, así como el pago digno y suficiente a los padres de familia, que les permita satisfacer las necesidades de sus hijos.

Un tercer elemento, dijo, es la protección social, sobre todo en situaciones de crisis económicas como la de 2008-2009, que asegure a los progenitores seguros de desempleo, acceso a pensiones e incapacidades laborales para mantener la estabilidad de sus ingresos.

Wissing comentó que el cuarto factor indispensable es la inspección a los centros laborales y evitar el trabajo infantil, así como asegurar a los menores de 17 años condiciones dignas en las fuentes de empleo. Todo esto requiere de la coordinación decidida de gobiernos, organizaciones sindicales y de la sociedad civil, apuntó.

Salgado Delgado coincidió con los planteamientos del directivo de la OIT, y agregó que al país no le servirá de nada formar parte de las principales economías del mundo si persisten distorsiones sociales como el trabajo infantil.

Señaló que existe la creencia de que la participación de los menores como fuerza laboral contribuye a sacar a las familias de la pobreza, lo cual es falso. Afirmó que esos ingresos representan únicamente de 10 a 20 por ciento de las percepciones de los hogares.

Por el contrario, los niños que trabajan tienen más riesgo de convertirse en padres de niños trabajadores y de mantenerse en el círculo de la pobreza.

Comentó que de los 3 millones de menores que desempeñan alguna actividad, 40 por ciento abandonaron la escuela y entre 700 mil y 800 mil laboran en condiciones de riesgo.

De las niñas y niños ocupados, 25 por ciento perciben hasta un salario mínimo, 24 por ciento de uno a tres y 2 por ciento más de tres, pero 47 por ciento no obtienen remuneración alguna.

El también legislador priísta comentó que esta situación cambiará con la próxima promulgación de la reforma constitucional en materia laboral, con la cual pasará de 14 a 15 años la edad mínima para trabajar, entre otros cambios.

Recordó que hace unos días se informó en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión que la mayoría de los congresos de los estados ya aprobaron la modificación de la Carta Magna, y el siguiente paso será adecuar las leyes secundarias.