Sao Paulo, 10 de junio.

El Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) se desistió de realizar movilizaciones durante el certamen y anunció una tregua, después de que el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff y el alcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, confirmaran su compromiso de atender las demandas del grupo, que reivindica viviendas populares para sus integrantes.

El MTST ocupa desde hace un mes un terreno baldío cerca del estadio en el que se inaugurará el Mundial (Arena Corinthians), donde el gobierno construirá viviendas populares, según indicaron los activistas.

Por otro lado, la huelga que paralizó el metro de Sao Paulo fue suspendida, aunque dirigentes del sindicato advirtieron que si sus demandas de aumento salarial no son satisfechas, pedirán a los trabajadores que cesen labores este jueves, cuando se inaugura el Mundial en esta ciudad.

En una asamblea realizada la noche del lunes, integrantes del sindicato acordaron suspender temporalmente el paro que iniciaron la semana pasada, pero este miércoles volverán a votar para decidir si regresan a trabajar o reanudan la paralización del servicio.

Altino Prazeres, presidente del gremio, dijo que casi todos los 8 mil trabajadores del metro dejaron de laborar. Mientras marchaba por las calles del centro de la ciudad con sus compañeros, señaló que no les interesa alterar las actividades del Mundial.

La huelga del metro es el más reciente problema que afecta a Brasil en la antesala de la Copa, pero los maestros siguen en paro en Río y con cierta frecuencia bloquean avenidas, mientras los policías han decretado huelgas en varias ciudades.

Este martes, en Río de Janeiro, la organización no gubernamental Río de Paz realizó una manifestación en la famosa playa de Copacabana, para protestar contra los gastos públicos realizados para organizar el Mundial.

Instaló en las arenas de la playa carioca, frente a la cual se ubica el lujoso hotel Copacabana Palace, 12 pelotas gigantes, con cruces pintadas de rojo.

Además el grupo extendió dos pancartas, una en inglés y otra en portugués, con la frase: Copa del Mundo en un país de miseria, financiada con dinero público, es un problema moral.

En tanto, el Comité Popular de la Copa de Sao Paulo convocó a sus seguidores a participar en la calle en una Copa de los excluidos durante el partido inaugural de este jueves. La mezcla de fiesta futbolística y protesta, llamada Manifesta Junina, aspira a ser una respuesta a los millonarios gastos públicos para realizar el Mundial.

Por otra parte, Pelé dijo estar convencido de que la población apoyará el Mundial y pidió no echarle la culpa al balompié de los problemas sociales: La gente tiene razón en sus quejas, pero no son contra el futbol. Este deporte le ha dado a Brasil lo mejor. Lo ha hecho grande. Otra cosa es la corrupción de los políticos.