La inestabilidad en los precios del crudo es muy relevante a la luz de la discusión de las leyes secundarias de la reforma energética, debido a que el nuevo modelo se sustenta más en una mayor captura de recursos fiscales que en garantizar la seguridad nacional a largo plazo en la materia, consideró Carlos Huerta, especialista en temas energéticos y financieros.

Advirtió que si el precio del barril de petróleo disminuye significativamente, el propósito inicial quedará anulado porque aunque se produzca más, el ingreso será menor.

Con este escenario, sostuvo, el modelo energético estaría en riesgo, al igual que las inversiones privadas y, por supuesto, las finanzas públicas del país. Este dato no está en la discusión legislativa, pero valdría la pena introducirlo, destacó.

Por eso es que para la Secretaría de Hacienda es tan relevante la producción petrolera, y su disminución le preocupa. El problema radica en la alta dependencia del petróleo como elemento de ajuste de las cuentas nacionales; por desgracia el precio del petróleo no lo fijamos internamente, si no que lo establece el mercado internacional.

Los componentes para determinar el precio son múltiples y todas esas variables se están moviendo. Estados Unidos es un claro ejemplo del cambio en su matriz energética, al pasar de petróleo crudo a gas natural, hecho que podría modificar el precio de los energéticos. A mediano plazo ninguna agencia internacional en materia energética se atreve a estimar los precios del petróleo crudo, subrayó.