Impulsa producir 6 millones de barriles de crudo venezolano al día
Lunes 26 de mayo de 2014, p. 23
San Petersburgo, 25 de mayo.
La rusa Rosneft, la primera petrolera mundial después de que adquirió la británica TNKBP, y que manifestó su interés por invertir en México días después de aprobada la reforma en el sector, firmó junto con British Petroleum (BP) acuerdos con Moscú, La Habana y Caracas tendientes a convertir a Rusia en uno de los principales proveedores de energía y líder de la transformación en el sector a nivel global.
La petrolera Rosneft tiene como meta una producción diaria de 6 millones de barriles por día en Venezuela, una vez que la estatal Pdvsa logre desarrollar sus ambiciosos proyectos que figuran en los planes para la Franja Petrolífera del Orinoco, informó el ministro de Energía y Minas de la nación sudamericana, Rafael Ramírez.
La firma del acuerdo entre Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y Rosneft conviene un pago a la primera por 2 mil millones de dólares para concretar el suministro de crudo y productos a la segunda, e impulsar labores de producción en la Faja Petrolífera del Orinoco Hugo Chávez, la mayor reserva de hidrocarburos del mundo.
Otra alianza, en la que también testificó Vladimir Putin, fue entre las corporaciones petroleras Rosneft y Zarubezhnetf y la cubana Cupet, que tiene la intención de desarrollar proyectos de exploración de crudo, así como la creación de una base logística de Rosneft en la Zona de Desarrollo Económico Mariel.
Por la parte rusa suscribieron los acuerdos Igor Sechin, presidente de Rosneft, y Serguei Kudriachov, director general de Zarubezhneft, en tanto Juan Torres, director general de Cupet, firmó los textos por la parte cubana.
El pacto de Rosneft y BP consiste en explorar conjuntamente petróleo no convencional en Rusia, en el primer importante acuerdo para la estatal rusa desde las sanciones impuestas en marzo por Occidente por la crisis en Ucrania.
Moscú espera replicar el auge de petróleo no convencional que experimenta Estados Unidos, lo que alteró el panorama de la energía, en momentos en que Washington reduce las importaciones de crudo y se prepara para comenzar a exportar, al presionar a otros productores como Rusia a forjar vínculos comerciales más cercanos con Asia.