orpresivo fue el anuncio que el presidente Enrique Peña Nieto hizo el jueves pasado acerca de que las policías municipales cooptadas por el crimen organizado serán remplazadas por la Fuerza Rural, integrada por miembros de los grupos de autodefensa.

Acompañando al Ejecutivo federal en Tepalcatepec –donde surgió el movimiento de civiles armados hace 15 meses–, el comisionado Alfredo Castillo informó que la policía estatal también será sustituida por una nueva fuerza más calificada y más preparada en temas específicos. Un día después el gobernador Fausto Vallejo ahondó en el tema: se creará la fuerza ciudadana.

Pese a su relevancia, los anuncios de Peña y Castillo pasaron prácticamente inadvertidos, pues no fueron destacados incluso por los reporteros que cubren la fuente presidencial. Si se atiene uno a lo que dijeron el Presidente y el comisionado, se trata del inicio del reacomodo de las instituciones de seguridad de la entidad y de un mensaje claro de lo que puede suceder en otros estados de la República, igual o más azotados por la violencia que genera el crimen organizado.

Michoacán no deja de ser, pues, el laboratorio de una estrategia nacional de seguridad a largo plazo, con cambios que aparentemente serán de gran calado.

Por cierto, al término de la gira, cuando el helicóptero que los trasladó de Tepalcatepec acababa de aterrizar en Uruapan, el presidente Peña y el comisionado Castillo platicaron largo rato, alejados del gobernador Vallejo. Según lo que se dice en Morelia, lo que viene ahora es el reacomodo político y económico de la entidad, de cara ya a los comicios de 2015.

Y en medio de todo esto, el que no parece muy contento es el coordinador del PRD en San Lázaro, Silvano Aureoles Conejo, quien en menos de dos semanas pasó de las loas al ataque contra Alfredo Castillo. Este viernes, el oriundo de Carácuaro rompió lanzas contra el comisionado: los temas de su encomienda se rezagan, su figura se ha ido desgastando y es sumamente riesgoso que se centre en asuntos políticos, soltó.

Hasta hace poco, al perredista se le notaba confiado en que los astros pinoleros se le acomodarían para que él fuera la opción en 2015.