Plantea el INSP buscar su erradicación
Sábado 24 de mayo de 2014, p. 12
Para lograr que las personas en México tengan una alimentación saludable, primero se debe erradicar la inseguridad alimentaria en la que viven la mitad de los hogares en el país, advierte una investigación publicada por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). Resalta que la mayoría de estos núcleos familiares están encabezados por mujeres, una persona con baja escolaridad o hablante de lengua indígena y tienen a niños entre sus miembros.
Son de bajos recursos económicos, carecen de acceso a la mayoría de los grupos de alimentos, salvo maíz, trigo, huevo y azúcares. Sin embargo, con respecto a familias de mayores ingresos, no existen diferencias en la disponibilidad de otros productos como arroz, verduras y carnes procesadas, frituras, antojitos y comida rápida.
Es decir, indica el estudio, tienen más posibilidades de acceder a alimentos de bajo costo, aunque en algunos casos sólo son fuente de energía pero no proporcionan los nutrimentos que respaldan una alimentación saludable y la prevención de enfermedades crónicas.
Los investigadores Reyna Valencia-Valero y Luis Ortiz-Hernández, del Departamento de Atención a la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco, hicieron el análisis con base en los datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) de 2010. Los resultados que se difundieron en la revista Salud Pública de México, del INSP, señalan que poco más de la mitad de los hogares en México vivían con algún grado de insuficiencia alimentaria. De éstos, en 24.9 por ciento la insuficiencia alimentaria era leve, en 14.9 moderada y en 10.5 severa.
Una cuarta parte de esas familias estaban encabezadas por mujeres y en 7.5 por ciento el jefe de familia era indígena. En la mitad de los hogares el jefe de familia tenía un nivel educativo básico y se ubicaban en ciudades. Además, en dos terceras partes había niños entre sus integrantes y, en general, son de bajos ingresos económicos.
Los investigadores advierten que en estas familias, algunos factores influyen en la distribución de la insuficiencia alimentaria. Éstos son la ausencia de redes de apoyo social informales o de acceso a instituciones de protección social, sobre todo en las dirigidas por mujeres.
Un dato que podría resultar relevante para fines de una mejor identificación y explicación de la insuficiencia alimentaria es el tipo de consumo de cada miembro de la familia. Hasta ahora esto no se ha investigado ni las características de las personas (peso, estatura, actividad física) necesarias para definir si su consumo es adecuado o no, mencionan los autores.
No obstante, es posible determinar que por hogares, en los que tienen algún nivel de insuficiencia alimentaria están menos disponibles frutas y verduras frescas, carnes magras, lácteos y bebidas azucaradas.