Carlos Gay García, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aseguró que la reforma energética está coja cuando ha ignorado el problema de cambio climático, y alertó sobre las afectaciones de los gases de efecto invernadero y los riesgos de su impacto en el negocio petrolero.

En el coloquio Los grandes problemas nacionales, organizado por la UNAM por medio de la Coordinación de Difusión Cultural, Gay García manifestó que si a nivel internacional se decida limitar esas emisiones por el daño que han generado, México estaría muy mal parado porque no tendría, por ejemplo, una buena dosis de alternativas energéticas o de explotación más amplia de energías renovables.

Al abundar sobre el tema en entrevista posterior a su participación en la Sala Carlos Chávez del Centro Cultural Universitario, recordó que el país posee áreas extensísimas de energía solar, lo mismo que puede explotar la explotación eólica, pero son aspectos que no están vistos tan bien o con el énfasis que deberían tener.

Energía necesitamos, subrayó, pero no necesariamente extraerla de la quema de combustibles fósiles, sólo que en lo relativo con el cambio climático no estamos mucho en el discurso de la reforma energética, añadió.

Gay García consideró que el Congreso de la Unión debe impulsar las energías renovables, así como transitar a una economía baja en carbono con unas modificaciones al sector energético, que lo único que le preocupa es sacar lo más que se puede en el menor tiempo posible.

Evidentemente hacen falta recursos para ello, pero sólo hay dos vías para hacerlo, agregó: o lo hago con mis propios recursos o me lo dan los demás. Para el segundo caso consideró que basados en una cuestión solidaria mundial, los países más ricos ayudarán a los que tienen menos para transitar a un nivel de Estado bajo en emisiones de carbono.

El especialista del Centro de Ciencias de la Atmósfera resaltó que esas dos propuestas no se ven ni en la reforma energética ni en la Secretaría de Gobernación, ni en las negociaciones internacionales.