Una convención de veteranos de guerra en 1976, conocidos como la Legión Americana, derivó en un caso célebre de epidemia de neumonía. En un periodo muy breve –entre dos y tres semanas– se presentaron 182 enfermos en Filadelfia, 29 de lo cuales murieron.

La mayoría de ellos había asistido a ese encuentro de ex combatientes. Fue una reunión conmemorativa que se convirtió en el bautismo de una bacteria que provoca neumonía y que a partir de entonces se le nombró Legionella pneumophila, causante de la enfermedad de los Legionarios o legionelosis.

Ese antecedente recuerda la importancia de la prevención en salud pública cuando se reúnen factores ideales para la propagación de enfermedades contagiosas, apunta el doctor Adrián Rendón, neumólogo del Hospital Universitario de Monterrey.

El recuerdo de la Legión Americana sirve para representar el reto de salud pública que significará el Mundial de Brasil 2014. Durante un mes, 5 millones de personas de distintos países se concentrarán para celebrar el mayor evento deportivo del planeta.

Rendón habla de tomar medidas sanitarias ante los riesgos de contagios por la concentración de condiciones ideales para la propagación de enfermedades respiratorias.

El caso específico al que se refiere es la neumonía, provocada por mi amigo el neumococo, como si se tratara de un personaje de teatro infantil.

Habrá una gran concentración de personas que convivirán durante espacios de tiempo prolongados en los transportes públicos, los estadios, restaurantes, hoteles y en las movilizaciones entre una sede y otra, explica el doctor.

Los datos estadísticos son contundentes. Al año mueren alrededor de 1.6 millones de personas por neumonía. Las posibilidades de contagio en ciertas condiciones favorables son altas. porque entre cinco y 10 por ciento de adultos son portadores del neumococo, y alrededor de 20 a 40 por ciento de niños llevan consigo la bacteria.

La Conmebol ha emitido una alerta sobre la importancia de vacunarse contra el neumococo, por el riesgo de contagio que representan las concentraciones masivas en la Copa del Mundo. Recomendación avalada por la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud.

El aficionado que viaje a Brasil no sólo deberá estar atento a la salud de su bolsillo por los altos costos que representará estar durante esas semanas, sino además –agrega Rendón– deberá prevenir no caer enfermo.