La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) rindió ayer un homenaje a Octavio Paz por el centenario del poeta.

El canciller José Antonio Meade explicó que la dependencia a su cargo se suma a los reconocimientos que se han hecho al escritor porque fue un pulcro, profesional e irreprochable integrante del Servicio Exterior Mexicano (SME).

El funcionario agregó que Paz fue un notable hombre de ideas y de letras, pero también de acciones diplomáticas en favor del país y de su acción internacional. Nos enorgullece recordar a este hombre, una de las cimas intelectuales y literarias del siglo XX, no sólo en México, sino en el mundo, puntualizó.

En el auditorio principal de la SRE y ante diplomáticos, académicos y estudiantes, Meade resaltó que Paz fue un ciudadano que actuó con lealtad y dignidad en sus encomiendas como representante del país en distintas embajadas y oficinas donde se construyó el prestigio que hoy acompaña a la política exterior mexicana.

Subrayó que la carrera de Octavio Paz en el servicio exterior fue larga, de casi 24 años, y arrancó desde la base del escalafón. En ese lapso sus adscripciones en el exterior incluyeron Francia, Japón e India, en este último caso en dos ocasiones.

José Antonio Meade expuso que el Nobel de Literatura mexicano fue un activo promotor de la participación comprometida del país en el llamado multilateralismo, siendo subdirector y luego director del área de Organismos Internacionales. Su consejo y visión certera permearon en el criterio de quienes condu-cían la política exterior en momento complejos en la evolución de la política internacional.

Meade también recordó que en la cancillería el poeta coincidió con una generación de diplomáticos notables, entre los que figuran Rafael de la Colina, Alfonso García Robles, Antonio Gómez Robledo y Jorge Castañeda.

Acompañado por el embajador Alfonso de Maria y Campos, director del Instituto Matías Romero, entre varios diplomáticos, el titular de la SRE enfatizó que Octavio Paz fue un promotor y defensor de México. Trabajo con dedicación y lealtad en bien de la patria, dijo mientras el embajador en Marruecos, Andrés Ordóñez recordó que el autor de El laberinto de la soledad salió del SEM tras la matanza de Tlatelolco.