Independientemente de si la iniciativa de ley secundaria en materia de telecomunicaciones enviada por el presidente Peña Nieto al Congreso es corregida y terminamos con un dictamen majestuoso, ya hay daños irreparables al país, señaló Mony de Swaan, ex presidente de la Comisión Federal de Competencia (Cofetel). Hay un daño a la imagen del Ejecutivo y se ha perjudicado la imagen del país ante inversionistas extranjeros; además las inversiones en telecomunicaciones han bajado mucho y se ha afectado al consumidor, dijo De Swaan en un debate organizado por la Universidad Iberoamericana.

En la mesa de discusión Reforma en telecomunicaciones, el eterno pendiente –que también fue transmitida por Internet– participaron, además, Irene Levy Mustri, académica del Departamento de Derecho de la Ibero y directora de Observatel; los senadores Marcela Torres Peimbert y Zoé Robledo Aburto, así como Manuel Alejandro Guerrero y el doctor Marcos Ávalos Bracho, académicos de los departamentos de Comunicación y de Economía de la Ibero, respectivamente.

Mony de Swaan señaló que con esta iniciativa, la imagen del Ejecutivo se ve profundamente lastimada, pues es un texto que no hace justicia a la etiqueta de reformista que se le había puesto en el ámbito internacional, porque lo que termine siendo la reforma será visto como una cesión del Presidente a las presiones de la oposición.

La iniciativa, continuó, ha generado también una incertidumbre monstruosa en los mercados internacionales, pues no se sabe si México decidió abrir sus fronteras a la competencia o si seguimos siendo amigos de la concentración en el sector.

También, dijo, la iniciativa ha ocasionado un desplome en las inversiones en el renglón, pues el Instituto Federal de Telecomunicaciones reporta que el crecimiento trimestral del sector es de 3.4 por ciento, cuando en los años recientes había sido de más de 10 por ciento. Y finalmente, dijo, “hay un daño irreversible al consumidor. Por ejemplo, la iniciativa de ley contempla la desaparición de la larga distancia nacional y del roaming, algo que hubiera dejado miles de millones de pesos a los bolsillos de los mexicanos, pero que en todos estos meses ya se perdieron”.

Subrayó que la iniciativa de ley es vieja de nacimiento, pues deja de lado los nuevos debates en el sector de telecomunicaciones e impone rigideces, y la calificó de omisa, poco convergente, restrictiva, con poca técnica jurídica y repleta de errores, confusiones y términos interpretables que la iniciativa de ley secundaria no ha aclarado.

Calificó de inaceptable que la isla regulatoria para la televisión de paga sea un traje de sastre para una de las compañías televisoras, mientras que Irene Levy comentó que la definición de productor nacional independiente de contenidos audiovisuales incluida en la Ley Federal de Telecomunicaciones favorece principalmente a Televisa, que podría asumirse como tal.

Por su parte, el senador perredista Zoé Robledo, integrante de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía, comentó que en la iniciativa de ley secundaria existen cuestiones inconstitucionales por vicios de procedimiento, por contradicción normativa, por invasión de competencias y por omisión legislativa.