Sus personajes trascienden cualquier geografía, edad y condición social, señala el jurado
Exaltan el enorme valor educativo y la dimensión universal
del galardonado en Comunicación y Humanidades
Los lúcidos mensajes del dibujante siguen vigentes por haber combinado con sabiduría la simplicidad en el trazo con la profundidad de su pensamiento, explican
Jueves 22 de mayo de 2014, p. 2
Madrid, 21 de mayo.
El caricaturista argentino Joaquín Salvador Lavado Tejón, Quino, el creador de Mafalda, uno de los personajes más populares y admirados en la historia del cómic, fue distinguido con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.
De la obra del galardonado, el jurado exalta el enorme valor educativo
y su dimensión universal
.
El pintor y diseñador gráfico (Mendoza, Argentina, 1932) dibujó por última vez una tira de su mítico personaje en 1973, lo que no ha evitado que la pequeña niña reflexiva y crítica haya acompañado a las generaciones recientes de medio mundo gracias a la redición de sus obras y a la traducción a más de 30 idiomas.
El jurado estuvo integrado por destacados personajes de Iberoamérica, entre ellos el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles; el presidente de El Colegio de México, Javier Garciadiego; el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, y Alberto Anaut, editor y fotógrafo.
50 años de una niña contestataria
Al comité de los prestigiosos galardones llegaron 22 candidaturas procedentes países como Estados Unidos, Canadá, Congo y México, entre otros.
Desde México, la candidatura que concentró la mayoría de los apoyos públicos e institucionales, incluidos los del presidente Enrique Peña Nieto, y su gobierno, además de personajes e instituciones educativas y culturales, fue la del periodista Jacobo Zabludovsky.
Esta no fue la primera edición en la que lo intentaba, con al menos dos postulaciones previas de ser reconocido con un galardón que tiene entre sus premiados al referente del periodismo en el siglo XX, Ryszard Kapuscinski, la fotógrafa estadunidense Annie Liebovitz y el escritor italiano Umberto Eco.
Sólo tres pasaron la criba de la primera sesión de votaciones, de la que salió la terna por la que finalmente se tendrían que decidir y que estaba integrada por el propio Quino, el filósofo Emilio Lledó y el biólogo Francisco José Ayala, españoles los dos últimos.
El ganador es uno de los dibujantes más importantes del siglo XX y así lo destaca el acta del jurado.
“Quino alcanzó fama internacional con la creación del universo de Mafalda, una niña que percibe la complejidad del mundo desde la sencillez de los ojos infantiles. Mafalda, la principal protagonista del trabajo creativo de Quino, es inteligente, irónica, inconformista, contestataria y sensible. Sueña con un mundo más digno, justo y respetuoso con los derechos humanos. Al cumplirse el 50 aniversario del nacimiento de Mafalda, los lúcidos mensajes de Quino siguen vigentes por haber combinado con sabiduría la simplicidad en el trazo del dibujo con la profundidad de su pensamiento”.
Añadieron que “la obra de Quino conlleva un enorme valor educativo y ha sido traducida a numerosos idiomas, lo que revela su dimensión universal. Sus personajes trascienden cualquier geografía, edad y condición social”.
El reconocimiento a Quino con el premio Príncipe de Asturias fue unánime; tanto por los dibujantes, ilustradores y caricaturistas que le rindieron de inmediato un homenaje en todos los medios de comunicación españoles, como por sus millones de lectores que celebraron la noticia inundando las redes sociales e Internet con fragmentos de su obra de referencia, la pequeña Mafalda, y su séquito de amigos.
Quino inició desde pequeño su andadura en el dibujo y las artes visuales, cuando con tan sólo 13 años emprendió sus estudios en la Escuela de Bellas Artes, que años después abandonó para dedicarse de lleno a sus historietas de humor.
Tenía sólo 18 años cuando se fue de su natal Mendoza a la capital, Buenos Aires, donde tocó todas las puertas posibles de editores y publicaciones para ganarse la vida, lo que llevó a vivir, sobre todo los tres primeros años, penurias de todo tipo.
Mafalda en televisión y cine
En 1954, con 22 años, Quino publicó su primera tira cómica lo que se convirtió además, según reconoció él mismo, en el día más importante de mi vida
.
La popularidad mejoró su situación económica y en 1963 apareció su primer libro, Mundo Quino, una recopilación de dibujos de humor gráfico mudo con prólogo de Miguel Brascó.
El 29 de septiembre de 1964 se publicó por primera vez la tira cómica de Mafalda, la niña reflexiva que le reclamaba al mundo que parara, que ella se quería bajar
ante el cúmulo de desastres y sinsentidos.
Del semanario Primera Plana, en el que se publicó durante un año, Mafalda pasó a las páginas del periódico argentino El Mundo, en el que se difundían seis historias por semana. Ante el éxito, que se expandió de Argentina al Cono Sur y de éste al resto de América Latina; y de América Latina a Europa y al resto del mundo, se decidió entonces publicar la versión de Mafalda en libros y así estuvieron hasta que en 1973 Quino decidió poner fin a este formato. De ahí pasó a crear las versiones de Mafalda para televisión, cine y cortometrajes.
Durante sus últimos años en activo, Quino publicó principalmente en el diario Clarín. Sólo dibujó de nuevo a Mafalda para campañas a petición de organizaciones como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) o el gobierno argentino. Así lo hizo tras el fallido golpe de Estado de 1987 contra el presidente Raúl Alfonsín, cuando dibujó a Mafalda diciendo: ¡Sí a la democracia! ¡Sí a la justicia! ¡Sí a la libertad! ¡Sí a la vida!
Este 2014, con motivo del cincuenta aniversario de Mafalda, el Festival Internacional de la Historieta de Angoulême (Francia) rindió homenaje a Quino y recreó en la exposición Mafalda: una niña de 50 años el entorno del personaje y de sus compañeros a tamaño natural.
Otra muestra conmemorativa del mismo nombre se expondrá a lo largo de todo el año en salas de varios países, incluyendo la sede de la Organziación de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en París, en la conmemoración del Día Mundial del Libro.
Ciudadano Ilustre de Mendoza y Buenos Aires, así como catedrático honorífico de Humor Gráfico de la Universidad de Alcalá de Henares, Quino ha recibido numerosos premios. Entre ellos figuran el de Humorista Gráfico del Año del Salón Internacional de Montreal (1982), dos Konex de Platino de Artes Visuales-Humor Gráfico (1982 y 1992) y el Konex Especial (2012), el Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos (2000) y el Romics de Oro (Roma, 2011).
El Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades ha sido concedido en ediciones precedentes a Annie Leibovitz, Shigeru Miyamoto, The Royal Society, Václav Havel, Umberto Eco, George Steiner, Hans Magnus Enzensberger y Ryszard Kapuscinski.
El galardón está dotado con una escultura diseñada por Joan Miró, 50 mil euros, un diploma y una insignia. En esta edición de los galardones se han fallado ya los de Artes, otorgado al arquitecto estadunidense Frank Gehry, y el de Ciencias Sociales, que recayó la semana pasada en el hispanista francés Joseph Pérez.