Obras polémicas
l sábado pasado, el gobernador Ángel Aguirre Rivero inauguró los trabajos del Macrotúnel, que unirá Acapulco Dorado con la salida a la Costa Chica y será una vía alterna a la avenida escénica Clemente Mejía, que corre hacia el aeropuerto.
Se trata de un túnel de 3.3 kilómetros de longitud, el más largo del país. Es una de las tres obras principales de la administración de Aguirre Rivero, quien asumió la gubernatura en 2010.
Sin embargo, esta construcción ha generado todo tipo de polémicas. Los habitantes del exclusivo fraccionamiento Joyas de Brisamar, donde comenzará el socavón, han denunciado que no se les mostró el proyecto pese a que esa zona de condominios de lujo será afectada. También reclaman que se trabaja las 24 horas del día, que los martillos neumáticos no los dejan dormir y que persiste el riesgo de hundimientos y cuarteaduras en viviendas, como ocurrió durante la construcción del Maxitúnel, en el otro acceso al puerto, por Las Cruces.
Contratistas y trabajadores han detenido varias veces los trabajos de preparación del terreno por falta de pagos y presunta contratación de personal foráneo.
Sin embargo, la obra va. Otro proyecto emblemático de esta administración es el Acabús, que, de manera similar al Metrobús de la ciudad de México, correría por las tres vías principales de Acapulco y empezaría a operar en marzo de 2013. Sin embargo, más de un año después no se avizora que empiece a funcionar, pese a que la ciudad estuvo casi tres años devastada por obras viales para el Acabús.
Un tercer proyecto aguirrista fue la remodelación del Acapulco tradicional, que finalmente consistió más en anuncios espectaculares que en cambios concretos en la imagen y el desarrollo del puerto.
A Aguirre le queda sólo un año en el cargo. La pregunta es: si no se concluyen los tres proyectos en su administración, ¿pasarán a ser otros elefantes blancos?