Pachuca, 18 de mayo.

El León tuvo que recurrir a los tiempos extras para imponerse 0-2 al Pachuca y conseguir el séptimo título en su historia así como el bicampeonato, con lo que igualó el logro de los Pumas en 2004. Fue una dramática final en la que, de cualquier forma, la fiesta ya estaba garantizada en el Grupo Pachuca y para el empresario Carlos Slim, propietarios de ambos finalistas.

La Fiera se mostraba ya fatigada y casi arrastrando los pies (con la baja por calambres de Mauro Boselli), hasta que el defensa Ignacio González encajó un buen cabezazo al minuto 112 para imponerse por global de 3-4 en el juego de vuelta de la final del torneo Clausura 2014, en el pletórico estadio Huracán.

Minutos antes del partido los dueños de los dos conjuntos, Carlos Slim y Jesús Martínez Patiño, pisaron la grama donde uno de sus dos equipos se vestiría de gloria. El gobernador hidalguense, Francisco Olvera, aprovechó el marco para presentarse con la playera tuza.

El ¡Sí se puede, sí se puede! retumbó como una plegaria en el estadio, pero la imploración no cuajó, porque los esmeraldas confirmaron el viejo adagio futbolero de que los jóvenes ganan partidos, pero los experimentados dan títulos.

El León tuvo un decepcionante inicio, ya que tras el minuto de aplausos en memoria del empresario Lorenzo Zambrano, pilar de los Tigres de la UANL, el zaguero Jonny Magallón se desplomó; de pronto, al minuto 5, quedó sentado en el césped con mirada lastimera.

Magallón fue sacado en camilla y Gustavo Matosas, estratega visitante, quemó su primer cambio, metió a Eisner Loboan. Por si fuera poco, tres minutos después, luego de realizar un sprint, Franco Arizala se estiró como si le hubieran dado un balazo en el glúteo izquierdo y comenzó a renguear. El aguijonazo lo dejó imposibilitado para seguir jugando y su lugar lo ocupó el rudo Chema Cárdenas la minuto 8.

Matosas, pese a que desde hace semanas sabía que esos jugadores no estaban en su mejor forma, era la viva imagen de la incredulidad y desazón. La fiera, vestida de rosa mexicano, vivió minutos de desconcierto, no tuvo la habitual confianza para desplegar su ataque.

Pero la velocidad de los chamacos tuzos comenzó a preocupar a los esmeraldas, porque al 41 Rafael Márquez recibió cartón amarillo por frenar de forma ilegal un avance de los desbocados jóvenes. En la recta final los hidalguenses terminaron volcados al ataque, Yarbrough realizó otro gran desvío para mantener intacto su marco.

Al inicio del complemento, El Ojitos Meza ingresó a Jurgen Damm en lugar del intrascendente Pajoy. De inmediato Damm dio muestras de su velocidad y de su hambre; se apropió del carril derecho y comenzó a dar servicios con gran idea. Enner Valencia se reanimó con el ingreso al campo de uno de sus principales surtidores de balones y exhibió mejor movilidad.

Pachuca tomó el control del juego, pero siguió errático en el tiro a gol, Lozano no pudo rematar al minuto 55 un buen servicio. Dos minutos después Enner Valencia dejó sembrado al lento Rafa Márquez y se enfiló al frente, en el graderío se escuchó el alarido que precede al grito de gol, cuando el ecuatoriano disparó, pero Yarbrough frustró el festejo al desviar a córner.

El Gulit aparecía poco, pero siempre con esa carga latente de peligro, soltó un atinado disparo que exigió máxima reacción a un Conejo que tras resolver pegó de gritos a sus defensas. Meza, parado al borde de su área, no estaba satisfecho y al 65 de acción hizo otro relevo, metió a Diego de Buen en lugar de Érick Gutiérrez.

Al 66 Chema Cárdenas centró desde la izquierda, Boselli como pudo fue a intentar el remate ante la salida del portero, el atacante argentino conectó, pero fue el Conejo Pérez quien acabó metiendo la pelota en su propia meta para el 0-1. Meza hizo el último relevo y metió a Daniel Arreola por Jorge Hernández.

Matosas se volvió loco, pegó de brincos y con los brazos cual aspas arengó a sus pupilos, que encontraron motivación en el gol que puso el global 3-3. Las barras visitantes explotaron en festejos durante algunos minutos; enseguida los Tuzos atacaron con coraje y encajonaron a La Fiera.

Después, en un ambiente tenso, todos estaban al borde de la butaca. Con Pachuca, ni Valencia ni Damm estuvieron finos, hasta que llegaron los tiempos extras, en los cuales el ecuatoriano persistió con las fallas.

León merodeó: Luis Montes fue el genio creativo, incansable, distribuyó el esférico, pero parecía que nadie quería resolver o que buscaban llegar al gol con pases cortos. Era más el peligro que generaba León, por lo que el sonido local tuvo que entrar al quite para imponer el grito: ¡Tuzos, tuzos! Los vestidos de verde en las tribunas respondieron con el: Le-ón, Le-ón.

Antes del segundo tiempo extra, mientras todos se hidrataban, el Gulit aplaudió dando ánimos a sus compañeros, que ya arrastraban las piernas.

Dieter Villalpando falló al querer colocar su tiro en el ángulo izquierdo; al minuto 4 Mauro Boselli se derrumbó acalambrado, por lo que Matosas metió a Miguel Sabah (110).

Al 112 Ignacio González se vistió de héroe al rematar un tiro de esquina cobrado desde la derecha. El zaguero saltó ante el descuido de la zaga local y conectó un buen cabezazo para el 0-2.

Pachuca se fue con el último aliento al frente, pero León se defendió con uñas y dientes hasta escuchar el pitazo final.

El festejo

Los esmeraldas expresaron su júbilo al final del encuentro.

Matosas: Esto es gracias a los jugadores, que son impresionantes, espectaculares, una cosa de locos. Yo no soy la clave de este equipo, porque la única verdad del futbol son los jugadores. Hicimos un partido muy bueno y ahora nos toca festejar. Ahora lo único que quiero es descansar, ver a mis hijos.

Carlos Peña: El título es gracias a la humildad con la que hemos trabajado desde que ascendimos. Nunca bajamos los brazos. Me voy tranquilo al Mundial y ya después veremos qué pasa.

Nacho González: Esto es una locura, estoy feliz, tengo todas las partes del cuerpo con lesión, pero logramos el título. Estamos comprometidos con nosotros, nuestra afición y nuestras familias.

Rafa Márquez: Estoy feliz de la vida, ahora a descansar unos días para volver a la selección y hacer algo importante en el Mundial. Este bicampeonato es un premio para la afición.

En su cuenta de Twitter, el presidente Enrique Peña Nieto felicitó al equipo del Bajío. Muchas felicidades al club León y a su gran afición por este bicampeonato de la Liga Mx. Bien ganado.

Carlos Slim manifestó: Me da mucho gusto tener a este equipo que trabaja intensamente, que juega muy bien y entrega el alma cada vez que juega. En realidad el mérito es de los muchachos y del director técnico, y de toda la organización. Nosotros no tenemos más mérito. Me gusta que son muchachos que se entregan como lo hacen, con ese talento, ya hay cuatro llamados a la selección y lo han demostrado estas temporadas. Estoy encantado por haber invertido en el futbol.

–¿Su corazón de qué lado está más, Pachuca o León?

–De Pumas– respondió Slim.