Ginebra, 16 de mayo.

La situación sobre los derechos humanos en Crimea y en el este de Ucrania ha sufrido un deterioro alarmante, denunció hoy la alta comisionada de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Navy Pillay, en un informe que fue criticado por Rusia al considerar que carece de total objetividad y sólo pretende encubrir a las autoridades de Kiev.

Aquellos con influencia sobre grupos armados responsables de gran parte de la violencia en el este de Ucrania (deben) hacer todo lo posible para contener a esos hombres que parecen inclinados a romper el país en pedazos, aseveró Pillay en un comunicado que acompañó un informe de 37 páginas.

El informe del grupo, de 34 observadores, que cubre el periodo 2 de abril-6 de mayo, enumera numerosos ejemplos específicos de asesinatos, torturas, palizas, secuestros, actos intimidatorios selectivos y algunos casos de acoso sexual, en su mayoría cometidos por grupos antigubernamentales bien organizados y armados en el este del país.

Además, denuncia que hay connivencia de la policía y de las autoridades locales en el este de Ucrania en actos ilegales y la toma de ciudades por grupos armados, lo cual socava el imperio de la ley y las garantías de protección de los derechos humanos.

El informe relata una oleada de secuestros y detenciones ilegales de periodistas, activistas, políticos locales, representantes de organizaciones internacionales y militares.

Añade que los observadores de la ONU tratan de verificar denuncias de abusos por fuerzas del gobierno ucranio. Indica que hay reportes creíbles de personas detenidas por el ejército de un modo que podría significar desapariciones forzosas.

Sobre Crimea, expresó preocupación por el trato a periodistas y minorías sexuales, religiosas y étnicas, pacientes con VIH/sida y ciudadanos que no han solicitado la ciudadanía rusa, que habían afrontado acoso e intimidación.

Los ciudadanos que no hayan obtenido el derecho a la residencia en enero de 2015 podrían ser deportados de la península, que Rusia se ha anexionado.

Sin embargo, Rusia desestimó el informe. Este reporte tiene poco que ver con el estado real de los asuntos de derechos humanos en Ucrania, dijo en un comunicado el vocero del Ministerio ruso de Exteriores, Alexander Lukashevich, quien denunció que el documento carece completamente de objetividad, tiene discrepancias evidentes y estándares dobles.

Entre los aspectos tendenciosos identificados por Lukashevich se encuentran una descripción distorsionada de eventos en la ciudad de Odesa, en el mar Negro, donde decenas de personas murieron durante enfrentamientos a principios de mayo. La situación fue presentada a través de los ojos de la junta de Kiev, destacó.

En tanto, Ivan Simonovic, diplomático de la ONU, expresó que en Ucrania han muerto desde el inicio de las protestas –2013– unas 250 personas, 127 de ellas desde que comenzó la acción antiterrorista contra los separatistas en el este del país. Sostuvo que actualmente hay al menos 49 personas detenidas por grupos armados, mientras decenas están desaparecidas.

Desde Kiev, Simonovic pidió a la dirigencia pro occidental del país que incluya en el diálogo a los opositores pacíficos del este de Ucrania.

Una vez más, los presidentes Barack Obama, de Estados Unidos, y François Hollande, de Francia, amenazaron a Rusia con sanciones, si el gobierno de Vladimir Putin persiste en su actitud desestabilizadora respecto de Ucrania.

Mientras tanto, el ex canciller federal alemán Helmut Schmidt advirtió sobre los riesgos de una tercera guerra mundial y atribuyó a la Unión Europea una cuota de responsabilidad en la agravación de la crisis en Ucrania.

El riesgo de que la situación se agrave como en agosto de 1914 crece día tras día, aseguró el socialdemócrata en entrevista con el diario Bild.